Dentro del dechado de virtudes que engalanan a Álvaro Uribe –el magnífico– y que los medios de comunicación –independientes y veraces– se han encargado en ensalzar, a saber: Su talante democrático, respetuoso del orden Constitucional y legal, de los jueces y sobre todo de sus opositores, a los cuales ha sabido inocular –Desde el D.A.S– con garantías; así como su carácter ¡probo! ¡Intachable! en el manejo de la responsabilidad pública, gestión admirable en la cual jamás favoreció a ninguno de sus familiares y quienes afirman lo contrario, lejos están de ser francos o ¡francas! si se quiere. Podría continuar –periodos y periodos presidenciales indefinidos– encumbrando las virtudes del “magnífico”, quiero –eso sí– centrarme en un aspecto que ha pasado desapercibido: Uribe el Jurista.
En efecto, el Expresidente es un eminente abogado, que ha venido demostrando su habilidad en las artes y ciencias jurídicas. Basta sólo con recordar grandes efemérides: como cuando ordenó la captura de un servidor público en medio de un consejo comunitario ¡Que expresión de garantías al debido proceso penal! o como cuando les pidió a los congresistas votar los proyectos antes de que los encarcelaran, abogando por el principio de inocencia presunta ¡Qué hombre!
Pero recientemente hemos asistido a la consagración de Uribe como un conocedor profundo del derecho: En las pasadas elecciones el senador electo hizo todo un escándalo mediático, afirmando tener pruebas del ingreso de dineros del narcotráfico a la campaña presidencial de Juan Manuel Santos. Luego, según el mismo afirmó – al consultar un diccionario de la “RAE”– no eran pruebas lo que tenía en su poder si no información; parece que el doctor Uribe se le olvidó la básica y elemental Teoría de la Prueba.
Ahora, el Dr. Uribe Vélez y sus seguidores, se rasgan las vestiduras por la condena contra el Exministro Arias –llamado pertinentemente el Robin Hood a la inversa– pues afirma que es injusto que Arias haya sido condenado si jamás se “robó” un peso y arguyen que así lo reconoció la Corte Suprema de Justicia. ¿Cómo pueden ser tan ignorantes del Derecho Penal? a Arias se le condenó por peculado a favor de terceros, tipo penal en el cual un servidor público facilita o permite –dolosamente– la apropiación de caudales públicos –a su cargo– que terminan ingresando irregularmente al patrimonio de terceras personas; como quedó claramente demostrado en el proceso penal condenatorio. Sin olvidar que finalmente varios de los beneficiados irregularmente con los ingresos del programa A.I.S. fueron aportantes de la campaña por la candidatura presidencial del partido Conservador en el 2010.
Definitivamente el Dr. Uribe Vélez ha demostrado merecer un puesto memorable en el altar de la justicia, cuando lo encumbren en tal dignidad ojalá use el Frac que llevó puesto junto al Rey Juan Carlos de Borbón, pues otra virtud de Uribe que ha pasado desapercibida, es su autoridad frente al fenómeno estético.
Postdata: ¿Me pregunto cómo habrá pasado Uribe la clase de Dr. Carlos Gaviria Díaz en la Universidad de Antioquia? ¿Será que le ayudaron Sabas Pretelt y Diego Palacios a cambiar los articulitos del examen?
Twitter: @Dr_DorianGray