El padre Chucho, - que no se confunda con el predicador mediático de reloj Rolex y camioneta blindada – es un indígena Nasa de lo profundo del Cauca. Jesús Javier Chávez Yondapiz nació en Avirama, corregimiento de Páez y comenzó su formación católica en 1983 cuando participó del primer seminario católico de indígenas de su región. Peregrinó por el Cauca durante casi dos décadas hasta que dejó la sotana, saturado por la opulencia de la iglesia para tomar el bastón de mando de la guardia indígena de los Paeces y hacerlo respetar.
En el 2008 fue nombrado representante legal de los 19 cabildos del Cauca en donde entre otras cosas, encabezó la marcha que conglomeró a más de 30.000 indígenas en La María (Piendamó), para apoyar el paro agrario por medio de la toma de la vía Panamericana entre Popayán y Cali durante 15 días. En el 2011 el padre Chucho fue elegido por 119 autoridades indígenas tradicionales como su Consejero Mayor y con esa autoridad quiere hacerse oír en el Senado. Habló de los grandes temas del país.
María Alejandra Mosquera: ¿Qué luchas indígenas quiere llevar al congreso? Es decir, ¿qué necesidades de su comunidad son a las que les va a dar toda su atención y a promover como senador?
Padre Chucho: Lo primero es que la organización indígena sabe y quiere proponerle al país alternativas eficientes para garantizar los derechos de la madre tierra y del agua (importancia del cuidado del medio ambiente). Como gran parte de los colombianos estamos en la búsqueda de la paz, las comunidades indígenas caucanas han sufrido como nadie el conflicto armado y tienen mucho que aportar en la reconciliación nacional; la lucha contra la pobreza, a pesar de su reconocida clase política o por ella. El Cauca comparte con Chocó los primeros lugares en pobreza absoluta, se buscará entonces tierra y recursos para campesinos y minorías. El CRIC puede dar ejemplo de participación ciudadana y renovación de liderazgos, por ejemplo, un consejero del CRIC no se puede reelegir y sigue siendo el movimiento con mayor capacidad de convocatoria y movilización nacional, por eso también es que creemos que los congresistas no se deben reelegir. Para el post conflicto se debe fortalecer el gobierno indígena.
M.A.M: ¿Qué lo diferencia a usted de los otros catorce candidatos que quieren llegar al Congreso por circunscripción indígena?
P.CH: Ser el fruto de un proceso organizativo con mucho que aportarle al país, no es un caudillismo personalista, las autoridades y los mayores fueron los que me lanzaron, no un grupo de amigos interesados. He hecho todo el ejercicio en gobierno, he sido coordinador de educación de cabildo, Presidente de la asociación de cabildos, consejero mayor y representante legal del CRIC. Cuando tuve que buscar alternativas al conflicto demostré mi capacidad de conciliación y de gestión y logré que el Presidente Juan Manuel Santos se disculpara con el movimiento indígena. Me diferencio porque no me interesa perpetuarme en el cargo y por eso me comprometí a no ser reelegido.
M.A.M: ¿Qué hacer para acabar esa profunda división de las comunidades indígenas del país?
P.CH: Es muy importante y además necesario fortalecer los gobiernos de los cabildos, recuperar la espiritualidad, escuchar con atención a los mayores y a las mayoras. La organización indígena debe escuchar más a sus comuneros y comuneras, tenemos que aprender a ser más conciliadores.
M.A.M: Si se firma un acuerdo de paz, ¿se debe dar amnistía a los guerrilleros? ¿Si no es así, en que casos se podría dar y en cuáles no?
P.CH: Todos los mecanismos necesarios para garantizar el fin de la lucha armada, la reconciliación, la no repetición de las acciones violentas deben considerarse. Eso si, tendría en cuenta acciones para que los actores que abandonen el conflicto se armonicen, se reconcilien con la comunidad, con la madre tierra, acciones simbólicas y reales. En algunos cabildos a los violentos se les exige, por ejemplo, siembra de árboles en sitios sagrados o servicio comunitario. La organización indígena ha avanzado bastante en estos mecanismos.
María Alejandra Mosquera¿Qué hacer para lograr la reconciliación de la sociedad con los guerrilleros? ¿Cómo podría ser conducido el proceso de postconflicto?
P.CH: Estamos totalmente convencidos y dando todo lo que tenemos para aportarle al proceso de paz. Que se silencien los fusiles es un aporte, pero mientras no se garanticen para todos y todas los derechos a la vida, comida, al territorio, a la salud, a la educación, existirá conflicto. Es necesario fortalecer a las autoridades, entre ellas a las autoridades indígenas, para el manejo del postconflicto. Se requiere fuerte inversión pública en zonas muy pobres. La reconciliación plantea como exigencia la solución de la pobreza, del desequilibrio social, lo que desde nuestros pueblos llamamos: el buen vivir, tenemos que garantizarla. La violencia profundiza la pobreza y la pobreza profundiza la violencia, tenemos que acabar con el círculo vicioso.
La reconciliación supone una sociedad justa y donde imperen los valores éticos más elevados, no es que ahora se dejen las armas y se asuma la corrupción, no, es pensar en hacer las cosas bien desde ahora, se reconstruye el pacto social. Tenemos como sociedad que ingeniarnos los mecanismos para cerrar heridas, para crear condiciones futuras que permitan una convivencia pacífica, la cual es posible con voluntad. Muchos de los participantes de la violencia volverán a sus comunidades de origen, las cuales debemos estar preparadas para acogerlos, el esfuerzo por darle una nueva oportunidad y resolver de raíz el problema para evitar una recaída
M.A.M: ¿En este continente el único país más atrasado que Colombia en kilómetros de carreteras por cantidad de habitantes es Haití, qué medidas impulsará para romper este rezago en infraestructura?
Padre Chucho: Se necesita ejercer real control técnico y ciudadano sobre la ejecución de los recursos que se destinen para infraestructura vial, en este país se considera que el control social es para las pequeñas obras y no para los megaproyectos, en estos últimos es más necesaria la intervención de la comunidad. El problema no es falta de recursos, es falta de planeación, de eficiencia, de control, de pensar en grande.
Hay que rehabilitar vías en veredas, con las vías en mal estado no se genera progreso real, se aumentan costos en el transporte y salida de los productos y el empleo se ve afectado. Esta inversión debe ir acompañada de interconexión eléctrica (otro problema en regiones aisladas) y cuidado del medio ambiente. Es necesaria la participación de la organización comunitaria en la construcción de obras públicas.
M.A.M: ¿Usted cree que la Ley estatutaria de salud que aprobó el Congreso mejora la prestación de los servicios?
P.CH: No estoy de acuerdo con la Ley Estatutaria de la Salud, la Salud no puede seguir siendo un negocio, la ley no quita los beneficios privados a las ahora llamadas “gestoras de salud”. Entre las EPS y el sistema de salud adeudan a clínicas, hospitales y proveedores más de 14 billones de pesos, dejándolos en la quiebra y con una cartera irrecuperable. No se pueden aplicar paños de agua tibia, el problema de la salud es estructural y es necesario cambiar el modelo. Es necesario dotar de recursos y dar el marco normativo adecuado para el funcionamiento del Sistema Indígena de Salud Propio Intercultural (SISPI).
M.A.M: La red pública de hospitales está al borde del colapso, ¿cómo propone solucionar esta situación?
P. CH: Se deben tomar correctivos con respecto a la actuación indiferente de quienes adeudan millonarias cifras a los hospitales, especialmente las EPS. Unos les tiran la pelota a otros acusándose mutuamente de deudas adquiridas y no pagadas y al final la afectada es la red de salud y sus usuarios. Una reforma estructural a la salud debe fortalecer la red de hospitales públicos, la “sostenibilidad fiscal”, o la insuficiencia de recursos, no pueden ser excusas para la no prestación del servicio de la salud, que es un derecho fundamental.
M.A.M: ¿Cómo solucionaría el tema de la ilegalidad en la minería vs. la informalidad que se presenta en ciertas zonas?
P.CH: En el tema de la minería lo defendible es el equilibrio con la naturaleza y la satisfacción de las necesidades de nuestras poblaciones. En la extracción de minerales, como en el cuidado de la madre tierra se debe mantener una condición: "tomar solo lo necesario con vocación para perdurar”. No se puede permitir la mega minería que atenta contra la tierra y los seres que la habitamos, se debe hacer énfasis en una minería propia y responsable. Es necesario proponer mecanismos para que quienes han subsistido históricamente de la extracción artesanal, logren garantías para realizarla responsable y equilibradamente.
M.A.M: ¿Está de acuerdo con la consulta previa a las comunidades antes de otorgar el título minero para la fase de exploración
P.CH: El derecho a la consulta previa debe garantizarse efectivamente, no con restricciones como ahora, para todas las etapas de un proyecto, por supuesto esto incluye la fase de exploración.
M.A.M: ¿Esta de acuerdo con una reforma pensional que aumente las edades requeridas para obtener la pensión, teniendo en cuenta las esperanzas de vida actuales de los colombianos?
P.CH: No puede seguirse aumentando la edad requerida para obtener la pensión, es necesario garantizar el buen vivir de nuestros adultos mayores. Fórmulas tributarias redistributivas pueden ser una salida para cubrir el déficit financiero del sistema pensional.
M.A.M: ¿Cree que debería establecerse un subsidio pensional para personas de escasos recursos que no alcanzaron a cotizar?
P.CH: De acuerdo con un subsidio pensional para personas de escasos recursos que no cotizaron, es necesario que todas y todos los adultos mayores tengan derecho a una pensión.
M.A.M: ¿Cree que se debería ampliar la jornada escolar?
P.CH: Se debe implementar jornada única de 8 horas diarias, lo cual se vuelve una oportunidad para que niños, niñas y jóvenes desde su primera infancia tengan una educación más pertinente a la realidad social.
M.A.M: ¿Cómo podría mejorarse la calidad de la educación?
P.CH: La educación debe ser la prioridad del país, es un derecho que se debe garantizar con calidad para todas y todos. Debe aumentarse considerablemente la inversión en educación. Invertir recursos públicos en formación a nivel de maestrías y doctorados a los docentes. Es necesario mejorar remuneración y seguridad social de docentes. Se debe lograr el acuerdo de docentes, sindicatos para incrementar las horas de clase efectivamente realizadas. Es necesario dotar a los establecimientos educativos de infraestructura y tecnología de punta. La educación básica y superior debe ser fundamentalmente pública. Se deben aumentar los cupos de las universidades públicas, invertir fuertes cantidades de recursos en éstas. Controlar la calidad y los costos de la educación superior. Se debe garantizar que el niño más pobre y el niño más rico reciban la misma calidad de la educación. Es necesario fortalecer el sistema educativo indígena propio, no sólo a nivel de educación básica y media sino también en educación superior y avanzada.