Le llegó la hora de la verdad al Congreso de la República. Luego de un mes de incertidumbre jurídica y técnica, por fin las plenarias de Senado y Cámara de Representantes sesionarán formalmente, pero en el escenario virtual.
En medio de una crisis sin precedentes en la historia de nuestro país, los legisladores no pueden ser inferiores a semejante desafío. De la forma en que afronten este reto dependerá en buena medida, la recuperación de una nación que quedará postrada en una recesión económica colosal.
Pero también el control político debe estar presente. Y debe ser un ejercicio que supere la simple crítica. Los aportes, cuestionamientos, debates, citaciones, más que nunca se necesitan para construir y no para simple exposición mediática. La actual coyuntura no admite algo distinto.
La pandemia cambiará la política. Es solo hecho de realizar una sesión plenaria en forma virtual, ya es un indicio claro que el estado de la cosas no son las mismas. Lo que antes era eficaz, ya lo dejó de ser. Al menos durante el largo año que durará esta crisis.
Más que nunca, hay que ponerle la cara al ciudadano con demostraciones de sinceridad. La gente reclama en tiempos de nubes negras mucha transparencia de sus líderes, que digan la verdad y que ofrezcan soluciones no solo tangibles, sino muy rápidas. Pasar del discurso a la acción.
Líderes del legislativo como Carlos Cuenca (presidente de la Cámara de Representantes) y Carolina Carrillo (directora administrativa de esta corporación) han evidenciado gran capacidad de gestión para cumplirle a los colombianos. Han hecho bien la tarea y con nota sobresaliente.
En este contexto de una reinvención de las formas de actuar y liderazgo honesto, tan reclamado por estos días por parte de la ciudadanía, emerge la figura de Carolina Carrillo, que ha dejado ver su lado más humano, que es lo que más se necesita en una situación de crisis tan cruel.
La información pública es clave en esta pandemia. No puede ocultarse nada, por el contrario, se requiere más y mejor información. Es una obligación irrenunciable de todo servidor público.
Es hora que el Congreso genere percepción de trabajo constante y le explique a los colombianos en un estilo casi de paso a paso lo que los legisladores hagan y aporten para contribuir a dar soluciones a la gente en un tsunami de pandemia para la cual nadie estaba preparado.