En el segundo piso del Capitolio, justo donde están las oficinas de los Representantes a la Cámara, hay una que sobresale al resto. Las paredes de este pasillo centenario están recubiertas con fotos de los oficiales y policías que han caído en combates con el ELN. Es la oficina del representante José Jaime Uscátegui. Congresista desde el 2018, Uscátegui se lanzó a la política con un objetivo, reparar las calumnias que según él han caído sobre el ejército y sobre todo sobre su padre, el general Jaime Uscátegui condenado a 40 años de cárcel por la Masacre de Mapiripán donde 49 personas fueron asesinadas en una de las incursiones más sangrientas de Salvatore Mancuso quien actuó con el respaldo de algunos oficiales del ejército. El Estado fue condenado pero solo pagó el general Uscategui.
En el año 1999 Jaime Humberto Uscátegui se convirtió en el primer general del ejército nacional en ser condenado por una masacre paramilitar. Cuarenta años cayeron sobre él. Los delitos por los que fue sentenciado eran secuestro y homicidio agravado. En julio de 1997 en Mapiripán, a orillas del rio Guaviare, al sur del departamento del Meta, la influencia de las FARC era inobjetable. En plena expansión de las Autodefensas Unidas de Colombia estas irrumpen en ese lugar matando a más de cincuenta personas. Para esta operación aterrizaron en el aeropuerto de San José del Guaviare 200 paramilitares. La vigilancia de ese aeropuerto correspondía al Batallón Joaquín París que estaba suscrito a la Séptima Brigada con sede en Villavicencio, donde el comandante máximo era Uscátegui.
El general fue el primer oficial en ser condenado por paramilitarismo. Lo dejaron libre en el 2017
La defensa del general fue tajante: él no tenía jurisdicción sobre ese aeropuerto. La responsabilidad recaería sólo en el Coronel Hernán Orozco quien era el comandante del Batallón. Sin embargo, y después de varias apelaciones, fue condenado a 40 años de cárcel.
Un hijo decidido a defender a un padre hasta el final
La sentencia cayó como un yunque no solo sobre el general sino sobre su hijo José Jaime quien tenía 17 años. Había crecido entre los fragores de las unidades militares. Desde muy pequeño, impulsado en el aire de autoridad que le daba el uniforme y el mando de su papá, soñó con ser presidente. Aunque pensó en seguir la carrera de militar, algo en lo que han estado los Uscátegui desde hace varias generaciones, se decidió por la academia.
Se graduó en el Externado en Gobierno y Relaciones Internacionales. En el 2012 trabajó con Alejandro Ordoñez en la Procuraduría, siendo asesor para asuntos de descentralización y entidades territoriales. Sin embargo su gran espaldarazo lo recibió del ex canciller Fernando Araujo quien fue su gran mentor en la política. Es un uribista pura sangre. En la marcha del 1 de abril del 2016 caminó al lado del Procurador Alejandro Ordoñez y de la diputada santandereana Ángela Hernández, quien murió de cáncer en el 2022, en la marcha por la Patria y por la Familia que tuvo como gran impulso protestar contra las cartillas de inclusión sexual promovidas por la entonces ministra de educación Gina Parody. La marcha y la cercanía a personajes nacionales le despertaron la vena política, hasta entonces dormida. En el 2018, con 35 años, se lanzó por primera vez a la Cámara de Representantes y obtuvo 34.282 votos, de su permanencia en este ese período se recuerda el traspiés en la defensa del proyecto anticorrupción. Cuatro años después repetiría Cámara obteniendo 32.572 votos.
El Representante a la Cámara Juan José Uscátegui con su mentor político Alvaro Uribe
Uscátegui creció convencido que su papá era inocente. Pero los testimonios de sus subalternos lo hundieron. En el juicio que se extendió por años los testigos hablaban que el general nunca hizo caso de las advertencias que hacían con respecto al riesgo que corría la población. La avanzada de las AUC se extendían como una mancha sobre un mantel blanco en todo el territorio. Entre las pruebas de la omisión del general Uscátegui está un oficio del coronel Orozco advirtiéndole, el 15 de julio de 1997, sobre la presencia de paramilitares en Mapiripán. El ejército sólo apareció el 20 de julio cuando la sangre de los pobladores ya se mezclaba con las aguas del río Guaviare. Para José Jaime no era fácil de aceptar este golpe cuando había vivido en carne propia tantos ataques de la guerrilla. En 1986, cuando era apenas un niño, las FARC asesinaron a un tío suyo, que era capitán del ejército, en una emboscada en el Meta y su papa vivía amenazado y la familia en zozobra permanente.
Con el peso de la acusación y destituido desde 1999 por el Presidente Andrés Pastrana, el general estuvo recluido en varias unidades militares. En donde más permaneció fue en la Escuela de Infantería en Bogotá. En el año 2007 un juez especializado lo absolvió pero en el 2014 la Corte Suprema de Justicia ratificó la condena. Sin embargo en el 2017 fue el primer general que pudo conseguir la libertad condicional por medio de la JEP, tribunal en donde, desde ese año, ha estado colaborando dando su verdad. Hasta el momento y a pesar de los intentos de su defensa, no ha sido declarado inocente de esa masacre.
Por su papá ha hecho de todo. Incluso, aunque después abjuraría de él, llegó a apoyar el Proceso de Paz con las FARC. Se acercó a líderes de izquierda como José Antequera, para lograr que el caso de su papá fuera revisado con la JEP. Incluso fue Uscategui el primer general, en el 2016, que le dijo Si al resistido por el uribismo Tribunal de Paz. Su posición con Gustavo Petro llegó a ser hasta amigable cuando fueron colegas en el congreso. Incluso Petro, asiduo del Twitter, dijo en su momento en esta red social, en su afán de hundir a Rito Alejo del Rio, general cercano al ex presidente Alvaro Uribe, que el general Uscátegui era inocente de la masacre de Mapiripán.
Condenaron al general Uscátegui como autor de la masacre de Mapiripán, que no lo fué, para salvar al general Rito Alejo, que sí lo fué
— Gustavo Petro (@petrogustavo) July 17, 2017
Ésta versión de Petro la expuso en el 2008 cuando realizó en el Congreso el debate sobre la masacre de Mapirián y en donde mostró las pruebas de que esa operación se había planificado en Antioquia. "Esa investigación se ha evitado permanentemente con la acusación al general Uscátegui" concluyó el entonces senador Petro.
Hoy, el Representante José Jaime Euscategui es un duro de los peores enemigos del actual gobierno. En agosto del 2023 llamó a Petro “delincuente político”, todo porque, como lo ha dejado claro en las paredes de su oficina, considera una infamia la propuesta de paz que le hizo el actual presidente a grupos como las disidencias de las FARC o el ELN. Hace unas semanas afirmó que el presidente “Está preso en sus adicciones”. Petro, le ha respondido de esta manera a Uscátegui en redes sociales:
Ayudé a que el papá de este congresista a que estuviera libre, porque trago de defender lo que creo es la verdad, ahora su hijo me llama delincuente https://t.co/hk16qqYG8t
— Gustavo Petro (@petrogustavo) August 24, 2023
Uscátegui ha liderado durísimas manifestaciones de los militares contra este gobierno. En marzo del 2023 el congresista lideró, dentro del capitolio, a decenas de familiares de victimas de las guerrillas pertenecientes a la Fuerza Pública durante la moción de censura que se le hizo al canciller Álvaro Leyva.
Uscátegui en su cuenta de Instagram se describe como “un orgulloso hijo de su padre” -por quien todavía lucha para que sea declarado completamente inocente- y encarna, en el Congreso, la reticencia que genera en muchos colombianos la idea de una Paz Total
