El concejal de Mosquera (Cundinamarca) Eduardo Yovany Alzate, ponente del Acuerdo Municipal No. 032 de 2016, que estipula el cobro del alumbrado público para este municipio, al parecer fue beneficiario de políticas públicas locales por estar colado en el Sisbén, además está implicado en irregularidades electorales, cometidas cuando era candidato.
Alzate fue electo en el año 2015 como concejal por al Partido de la U, al obtener 910 votos. El partido fue el rotundo ganador de esa campaña electoral, pues logró obtener cinco de las 15 curules en disputa, entre ellos ganó Víctor Castellanos, su compañero de la Comisión Segunda, quien hoy se encuentra en la cárcel de Funza respondiendo por delitos relacionados con la mafia del volteo de tierras. Además el candidato del partido a la Alcaldía, Raúl Emilio Casallas, ganó con una mayoría aplastante. Hoy Casallas se encuentra privado de la libertad respondiendo por los delitos de fraude procesal y falsedad en documento privado.
Antes de ser concejal, Alzate se desempeñaba como contratista del municipio. De acuerdo a los registros consultados, realizó contrataciones entre 2011 y 2014 con por lo menos dos secretarías municipales: secretaría de cultura y secretaría de gobierno.
Desde el año 2008, el hoy concejal realizó todo tipo de eventos con la Alcaldía de Mosquera. En el año 2011, Alzate apoyó la coordinación de actividades de la Alcaldía de Mosquera para los jóvenes vinculados al programa “Mosquera Joven”. Después de esto realizó contratos de cuantiosas sumas. El más llamativo fue el CPS-617 del 28 de septiembre de 2012 que se firmó por un valor de $15.720.000 consistente en prestar los servicios para la realización del campeonato de porras, evento realizado en el marco de Recrearte 2012. Esta actividad solo duró un día. También ese año firmó el contrato CPS-232 por valor $8.400.000; y el CPS-564 por valor de $5.370.500. Durante todo el 2012 figuró como coordinador del parque cultural de Mosquera, de acuerdo a la hoja de vida presentada ante la función pública. En 2013 realizó los contratos CPS-051 por valor de $14.000.000; y el CPS-466 de $4.000.000. En 2014, realizó, por lo menos que tengamos documentado, el contrato CPS-139, por un valor de $18.900.000, con el fin asegurar un apoyo en los eventos artísticos y culturales de la Secretaría de Cultura y Turismo.
En todos estos contratos dispuso que su dirección de residencia era la carrera 8A No. 1B-Este 94, Manzana 10, Interior 10, Casa 8, en Quintas del Trébol. De acuerdo a la documentación obtenida, durante todo el año 2013 trabajó con la Alcaldía de Mosquera.
La colada en el Sisbén
A Alzate se le realizó la ficha de caracterización del Sisbén el 28 de mayo de 2013. De acuerdo a la ficha de este organismo, el entonces contratista de la Alcaldía de Mosquera vivía en la carrera 9A No. 21A-40, una dirección totalmente distinta a la que consignó en los contratos que firmaba en ese momento. Pero fue a drede. De acuerdo a la ficha, Alzate no tenía nevera, ni lavadora, ni calentador, ni cable, ni computador, ni equipo de sonido, ni motocicleta, ni automóvil, ni bienes raíces, entre otras cosas, pero tenía que responder por otra persona: su novia en ese momento y con quien se casó a finales de ese año y solo tenía ingresos de $400.000 mensuales, pese a estar laborando con la administración municipal… Su fachada, de precaria situación ecónomica, le dio un puntaje de 16,45, lo que lo ponía en una situación de evidente vulnerabilidad. Un día después de que se le realizara la encuesta del Sisbén, Alzate publicó una foto en su cuenta personal de Facebook junto con la secretaria de despacho de la Alcaldía de ese entonces, Adriana Lucía Melo, quien posteriormente se desempeñaría como alcaldesa encargada. En la foto, Alzate aparecía con una chaqueta que tenía logos de la Alcaldía de Mosquera, identificándose así su relación contractual con la administración pública.
El 7 de noviembre de ese año, la ficha se actualizó; pero Alzate, pese a que en ese 2013 había hecho por lo menos dos contratos por 18 millones de pesos, y figuró trabajando con la Alcaldía, siguió apareciendo como un desposeído que apenas tenía $400.000. El funcionario del Sisbén que para la época realizó la actualización es el actual concejal de Mosquera Luís Alfredo Fuentes Cortés, del Partido Alianza Social Independiente, uno de los partidos que apoyó la coalición del detenido Emilio Casallas, el alcalde que al momento de escribir este artículo cumple un año en casa por cárcel, sindicado de dos delitos.
Eduardo Alzate finalizó el año 2013 por todo lo alto, casándose con su novia, en una majestuosa y lujosa ceremonia que contó con la presencia de varios funcionarios de la Alcaldía municipal. En una foto en concreto, publicada en sus redes el 13 de septiembre de 2013, se le ve compartiendo la celebración con Adriana Lucía Melo.
Comenzando el 2014, la alcaldía municipal expidió la Resolución Municipal No. 096 del 17 de febrero de 2014, en la cual se designaron subsidios municipales para la adquisición de vivienda de interés social en el proyecto urbanístico Senderos de Siete Trojes. En esta se relacionó a un centenar de habitantes de Mosquera que fueron beneficiados por sus condiciones socio-económicas precarias. Eduardo Alzate a este programa se postuló el 17 de julio de 2013, menos de dos meses después de que se le realizara la ficha de caracterización del Sisbén. Debido a su calificación, logró obtener un subsidio para la adquisición de un apartamento, por un monto de $1.813.114. Esta resolución fue firmada por quien en ese momento justamente se desempeñó como alcaldesa encargada, la amiga de Alzate, Adriana Lucía Melo, reemplazando por pocos días al alcalde en propiedad Nicolás García Posteriormente logró obtener, con la suma de otros subsidios para pobres (Caja de Compensación familiar, Fondo Nacional de Vivienda y del departamento de Cundinamarca) el apartamento en ese proyecto urbanístico, en específico el apartamento 322 de la Torre 6.
El 23 de enero del 2014 Alzate firmó el contrato CPS-139 con la Secretaría de Cultura y Turismo del municipio de Mosquera, por un monto de $12.600.000, y cuyo plazo de ejecución era hasta el mes de octubre de ese año. O sea, que al momento en que el presunto colado del Sisbén fue beneficiario del subsidio de la administración municipal, él ya se encontraba con un contrato de una entidad de la misma Alcaldía. Además, en varias publicaciones en Facebook que hacía el entonces contratista, era constantemente etiquetada su amiga Melo. Dos años después, cuando Alzate se posesionó como concejal, tanto Adriana Melo, como Nicolás García —también del Partido de la U— comenzaron a trabajar en la Gobernación de Cundinamarca, en cabeza de otro amigo en común de ellos, Jorge Rey (de Cambio Radical). Y hoy García es jefe de la campaña de Germán Vargas Lleras en el departamento.
El que es tramposo repite…
Parece que Alzate le hizo trampa al Sisbén, y se aprovechó de sus conexiones y amistades en la alcaldía, que lo contrataba, para ganarse un subsidio, y así adquirir una vivienda de interés social, que familias de escasos recursos no tienen aún. Pero el que hace trampa una vez parece que sigue actuando en contravía de la legalidad.
Siendo candidato al Concejo, aparte de repartir, a la usanza de la compra de votos tradicional, comida y lechona por todo el municipio, también entregó termos con su publicidad. Esa estrategia política fue denunciada en su momento como una estafa electoral, pues al parecer el entonces candidato, a la postre concejal, tomó ilegalmente esos termos del Ministerio del Trabajo y del Ministerio de Minas, y las sobreetiquetó para su campaña. En un diciente video se demuestra que esos termos originalmente tenían como destino la población trabajadora del país, relacionada con la actividad de la minería.
La campaña “Mi seguridad en la mina, es la seguridad de mi familia”, fue una estrategia impulsada por diferentes ministerios, en conjunto con la academia, en 2013, encaminada a la capacitación y prevención de riesgos por parte de los mismos trabajadores en por lo menos 50 municipios del país.
Sin embargo, en 2015, en plena campaña electoral en Mosquera, reaparecieron estos termos institucionales, pero sobreetiquetados con la publicidad política de Eduardo Alzate, al Concejo por el Partido de la U; tal cual como lo reveló el video de denuncia de un ciudadano:
¿Qué ha sucedido?
El periódico Alternativa Mosquera ya en época electoral del 2015 había alertado a través de un reportaje sobre la presunta colada del entonces candidato al Concejo municipal. La concejal saliente de ese momento, Ivonnet Tapia, en noviembre, y ya cuando Alzate era oficialmente un nuevo concejal de Mosquera, realizó una denuncia ante la Personería de ese municipio y la Procuraduría provincial, despachos en los cuales las denuncias reposan en el olvido. La Asociación Colombiana en Marcha Periodismo Investigativo hizo también sus respectivas denuncias ante la Procuraduría General de la Nación y la Procuraduría Provincial de Facatativá el 4 de julio de este año, pero las cartas han corrido con la misma suerte: olvido y silencio sobre el particular.
En la consulta del puntaje del Sisbén, a corte de senero de este año, el concejal Alzate aparece con un puntaje “en verificación”, ya que, dice el documento, se han detectado ingresos superiores a 5 salarios mínimos mensuales legales vigentes, de acuerdo al cruce de información interinstitucional. Por su lado, la Alcaldía de Mosquera ha incumplido con lo dispuesto en el Artículo 4 de la Resolución No. 096 de2014, en donde le otorgó el subsidio a Alzate. El artículo reza que “el municipio de Mosquera procederá en cualquier momento a la revocatoria del subsidio municipal asignado en esta resolución cuando uno cualquiera o varios de los hogares (…) incumplan cualesquiera de las condiciones inicialmente establecidas (…) o se verifique que suministraron información inexacta, no veraz o fraudulenta”.
Este es otro ejemplo más de que el Sisbén ha sido usado por los avivatos para sus fines personales. En un artículo de julio pasado, habíamos dicho por intermedio del columnista Carlos Julio Rodríguez, sobre este tema: “Puesto que la corrupción no se puede apoderar de programas sociales de los pobres, ya es hora de que los indignados se levanten masivamente, como un solo cuerpo y produzcan una revolución sociocultural encaminada a rescatar los valores humanos y sociales, y así reaccionar contra la ética del “todo vale”, pregonada por los corruptos colados en las políticas sociales del Estado.” Es el caso.