Todo se le empezó a complicar al senador de Cambio Radical David Char cuando, en noviembre del 2006, fue detenido el paramilitar Edgar Ignacio Fierro Flórez, alias Don Antonio, uno de los hombres de confianza de Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, el temible comandante del Bloque Norte de las AUC. En ese computador no sólo estaba la información detallada de más de 600 asesinatos que cometió este grupo armado sino que traía los nombres de congresistas que habían contado con el apoyo irrestricto del paramilitarismo. Los cuatro primeros senadores que salieron a la palestra pública de esa larga lista fueron la senadora del partido de la U y ex presidente de la Cámara Zulema Jattin, Dieb Maloof, senador de Colombia Viva, Alvaro García Romero, condenado a 40 años por la masacre de 15 personas en el corregimiento de Macayepo y David Char, quien aparecía como receptor de recursos del Bloque Norte, específicamente del frente f José Pablo Díaz que comandaba Don Antonio. De los cuatro David Char fue al único que en su momento dejaron libre. Empezaba el escándalo de la Parapolítica con las dimensiones que sólo tuvo en su momento el Proceso 8.000
Hijo de Habid Char Abdala, ex embajador en República Dominicana y sobrino de Fuad Char, jefe de la tribu y padre del actual alcalde de Barranquilla, había aspirado al congreso después de que su tío se retirara temporalmente para aceptar la embajada en Portugal que le había ofrecido el entonces presidente Alvaro Uribe Vélez. Junto con su primo Arturo Char hizo parte de una lista de Cambio Radical por voto preferente que encabezó Germán Vargas Lleras. Arturo salió con más de 60 mil votos mientras que David llegó con la mitad.
No era la primera vez que su nombre aparecía en la palestra pública por vínculos con los paras. En el año 2000 el entonces alcalde de Barranquilla Bernardo “El Cura” Hoyos, propuso una innovación en la gestión del recaudo de los impuestos distritales. Una vez tuvo vía libre con el Concejo de la ciudad contrató, después de un concurso, a la empresa Inversiones Los Angeles, propiedad de David Char Navas. Una vez el Cura Hoyos salió de la alcaldía su reemplazo, Humberto Caiaffa, canceló el contrato que había sido concedido durante 20 años. El argumento que tuvo Caiaffa es que el objeto del contrato era ilícito: Lo que iba a ser Inversiones Los Angeles era una tarea que sólo podían realizar los entes territoriales.
David Char no dio el brazo a torcer. Entuteló al alcalde de Barranquilla, dilató el proceso durante dos años hasta que le pudo ceder el contrato a Métodos y Sistemas, una empresa de Eduardo Losada quien, según declaraciones de los paras Don Antonio y alias Gonzalo, fue el puente que unió a las AUC para que financiaran la campaña de Guillermo Hoenisberg, la ficha con la que el Cura Hoyos recuperaría Barranquilla en el 2004. Una vez en la alcaldía Hoenisberg prorrogó el contrato de Métodos y sistemas hasta el 2020. Sin embargo, en ese mismo año, por órdenes de Don Berna, asesinan a Losada y atentan contra Manuel “El Yuyo” Daes, también con acciones en Métodos y Sistemas, ya que supuestamente no estaban cumpliendo los compromisos adquiridos con los paras.
En el 2011 el juzgado del circuito penal condenó a cuatro años de prisión domiciliaria a David Char por suscribir el negocio sin el cumplimiento de los requisitos legales. Según investigación de La Silla Vacía la defensa apeló el fallo y en el 2012 el tribunal Superior de Barranquilla lo absolvió en segunda instancia.
Ni el computador de Don Antonio ni el escándalo de Métodos y Sistemas, ni una investigación que le abrieron en el 2006 por el asesinato del para alias Capulina, hicieron mella en Char quien se retiró con sigilo del congreso en el 2007 para irse a La Florida. Regresó unos años después con la seguridad de que todo estaba solucionado. Según fuentes entregadas a Las 2 orillas,los congresistas del Atlántico fueron abordados por los miembros del cártel de la toga para aliviar sus problemas penales.
Hoy la corte se sacude y da el golpe sobre la mesa dejando interrogantes de por qué, después de 11 años, se toma una decisión de esta índole. Si se llegó a dar un soborno a magistrados que buscaba engavetar el caso de David Char estaríamos frente a un estaríamos frente a un verdadero sunami que dejarían a eminentes caciques de la Costa Atlántica tras las rejas
