Los guatemaltecos empezaron a sospechar que Jimmy Morales, el popular cómico, no iba a ser un buen presidente el 27 de septiembre del 2017. Ese día, mientras el ministro de Finanzas realizaba un balance económico del año, ante el asombro de todo el país Jimmy Morales se quedó dormido a media sesión como se ve en estas imágenes:
Ahí empezaba a cumplir el lema con el que sorpresivamente ganó las elecciones a finales del 2015: “Durante 22 años les he hecho reír. Si gano las elecciones, prometo que no les voy a hacer llorar”. Pero la presidencia de Morales devastó aún más a un país ya de por si maltratado por la historia. La situación es tan insostenible que a 72 horas de la elección que elegirá a su sucesor Oscar Shaad el Fiscal electoral, tuvo que salir país producto de las amenazas de muerte. Estudiosos del país como Mario Itzep, dirigente del Observatorio Indígena de Guatemala, insisten en que el presidente nunca tuvo plan de gobierno y que siempre se le notó su inexperiencia política que ha sumido al país en la peor de sus crisis en los últimos setenta años.
El sueño que tenían los guatemaltecos, hastiados de que los gobernara militares como el anterior presidente, el general retirado Otto Perez Molina quien renunció a la presidencia por delitos de cohecho, asociación ilícita y defraudación financiera sacó a la gente a las calles a gritar ¡No más políticos! Eligieron un comediante y fue peor el remedio que la enfermedad.
Cuando arrancaron estas elecciones se creía que las mujeres dominarían la contienda pero tanto Thelma Andana, símbolo de la anticorrupción en Guatemala y Zully Rios, hija del dictador Efraín Ríos Montt fueron inhabilitadas por la Procuraduría. Los favoritos para ganar está la exesposa del expresidente Álvaro Colom, la indígena de origen maya Thelma Cabrera y el radical, simpatizante de Donald Trump Roberto Arzú, quien con su duro discurso, en donde ha llegado a prometer la pena de muerte y sacar el ejército a la calle, ha calado entre los sectores populares.
El panorama para el que gane no puede ser peor: se encontrará con un país con la pobreza más alta del continente, un país en donde la mitad de sus niños están desnutridos y que tiene la taza más alta de asesinatos de la región: 22,5 muertes por cada 100 mil habitantes. La comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, presidida por Iván Velásquez, asegura que las estructuras criminales incrustadas en el poder aún están lejos de ser erradicadas. Guatemala es el segundo país del mundo donde mueren más jóvenes, solo superado por El Salvador. Hace unos meses un comando armado entró a las instalaciones de un hogar de paso para adolescentes y mataron a siete jóvenes sin saber muy bien por qué razón. Estas cifras han molestado a Morales y por eso emprendió una cruzada para sacar del país a Velásquez y su equipo quienes han pedido que se la abra investigación a Morales por corrupción.
Ocho millones de Guatemaltecos saldrán a las calles a votar por un milagro y esperan no volverse a equivocar. La inexperiencia de Morales rebasa cualquier tipo de lógica y paciencia. Morales mientras tanto sigue en negación y sale convencido que su gobierno ayudó a sacar a Guatemala del pozo en el que estaba: nada más lejano de la realidad.
