Es un símbolo patrio. La selección Colombia es un símbolo patrio y sus jugadores son los guerreros de un país: los héroes de la patria. El césped se vuelve un campo de batalla y la camiseta, que representa los colores de la nación, es la bandera que se defiende a muerte con sudor y lágrimas, la camaradería viene después del pitazo final. Pero este orgullo, esta mística futbolística, de cuando en cuando ha caído en pies de unos personajes dignos de llevar en su dorso el mote de cola’o y no su apellido.
Los hay de todos las clases y en todas las posiciones, estos son solo cuatro del último lustro. Empecemos pues desde el presente. Hoy la selección absoluta tiene un rendimiento que nos hace inflar el pecho, con irregularidades y partidos malos, pero también tiene su colao: Gilberto “Alcatraz” García. Este joven de 26 años es un buen lateral derecho, con proyección y buena pegada, pero no es un jugador de selección. No lo digo yo –aunque lo pienso– el mismo profe Pékerman al enfrentar a Brasil, el 14 de noviembre pasado en el estadio Metlife de New Jersey, prefirió jugar con tres defensas que incluirlo en la formación titular. Hasta ahí ninguna sorpresa, pero si se tiene en cuenta que el habitual titular, Camilo Zúñiga, no estaba por lesión, solo resta por decir que su remplazante directo es: un colao.
Pero don José Pékerman no es el único seleccionador nacional con su guardado. El anterior, Leonel Álvarez, siguiendo las enseñanzas de su maestro, Hernán Darío “El Bolillo” Gómez, compartió convocado. Tanto en la Copa América de Argentina 2011 como en los partidos eliminatorios iniciales el volante de primera línea Gustavo Bolívar vistió la tricolor. No es un pésimo jugador de fútbol. Es recio y se entrega al máximo, de eso no hay duda, pero su velocidad y posicionamiento en la cancha sólo se puso a prueba con el jugador que más rápido corre con el balón atado al pie: Lionel Messi. Colombia cayó 1 – 2, en Barranquilla contra Argentina. Y en el mano a mano Bolívar vs Messi, el primero quedó desparramado en el suelo con un cambio de ritmo de la zurda del segundo, que además terminó en gol. Por si fuera poco Bolívar no solo fue colado, también fue osado, se atrevió a decir que Messi era un jugador “común y corriente”. El resultado: hoy, en las mismas eliminatorias que lidera el equipo de Messi, nadie se acuerda de Bolívar. El medio campo colombiano parece que ya no lo necesita.
Estos personajes se caracterizan por sus malos rendimientos y porque tal vez existen otros jugadores que pueden cumplir mejor su función dentro del campo. En la tribuna la gente los grita, no precisamente para alentarlos, tal cual gritaba el polémico estratega santandereano Jorge Luís Pinto, quien emulando la rosca paisa de los 90´s, que tantas alegrías le dio al país, quiso hacer lo propio con la rosca motilona. Y lo logró con varias piezas, pero en la zaga central de la selección mayor se le coló Pedro Portocarrero. Jugador de estatura imponente, fuerte y muy poco dúctil con el balón. Un defensor, que participó de las eliminatorias al mundial de Sudáfrica 2012. Al cuál, dicho sea de paso, no clasificamos.
En este cuarteto futbolístico no podía faltar el delfín del fútbol profesional colombiano. Sí, no se equivocan: Luis Alberto García JR. Más conocido como el hijo del “Chiqui”. Este volante llegó a la selección absoluta por cuota sanguínea, su padre, Luis Augusto García, era el seleccionador nacional. ¿Quién puede criticarle a un padre que quiera lo mejor para su hijo? ¡Todos!, más aún cuando el padre dirigía la ilusión futbolera de un país. Luís García JR, no fue el responsable directo de la no clasificación al mundial de Corea – Japón en 2002, pero su inclusión en el más alto nivel del fútbol colombiano dejó más dudas que certezas.
Estos cuatro héroes de la camiseta amarilla no son los jugadores más malos de la historia, son sólo piezas que brillaron por su polémica inclusión en la elite del fútbol colombiano. Recordemos que jugar en la selección Colombia es el sueño de cualquier futbolista nacido en esta patria; por eso, en ocasiones, cualquier futbolista se cola en la cima del fútbol colombiano. Me disculpó porque la lista es más extensa, usted quizá tendrá los suyos y con razón, pero la intención siempre fue seleccionar esos convocados que no fueron llamados una vez por urgencia o por un pico alto de rendimiento, sino que siendo en sus carreras bastante irregulares –casi tirando a malos– hicieron parte de procesos de lo más sagrado del fútbol nacional: La Selección Colombia.
@faroukcaballero