El fiasco de los Juegos nacionales de 2015 en Ibagué dejó no solo pérdidas por 45.340 millones, el empresario Andrés Botero, director de Coldeportes durante el gobierno de Santos, terminó imputado por la Contraloría. La cifra de responsabilidad fiscal ascendió a $ 27.923 millones.
Otro condenado por los juegos fue el exalcalde de Ibagué, Luis Hernando Rodríguez Ramírez. En su condición de mandatario se le encargó la organización de los juegos; no obstante, su trabajo fue terrible. En efecto, Luis Rodríguez fue llamado a pagar 5 años de cárcel por la presunta corrupción realizada dentro la remodelación del estadio Manuel Murillo Toro.
La Procuraduría por su parte acusó al exmandatario de negligencia al no evitar los daños causados por el detrimento patrimonial sufrido por la ciudad, a raíz de los juegos. Sin olvidar la sanción del Consorcio Escenarios Unidad Deportiva quien recibió un fallo de responsabilidad fiscal por cerca de $ 4.388 millones. Otro castigado fue el abogado Orlando Arciniegas.
Las autoridades identificaron a Arciniegas como el cerebro detrás del escándalo. El jurista fue imputado por la Fiscalía por lavado de activos, enriquecimiento ilícito, celebración indebida de contratos y, en consecuencia, pesó sobre él una condena de 27 años de cárcel. La justicia logro demostrar la existencia de sobornos a Orlando Arciniegas, coimas que tenían el objetivo de direccionar millonarios contratos a la empresa TYPISA, firma que no tenía ni la experiencia suficiente ni la capacidad de construir los escenarios deportivos en los tiempos requeridos.
Toda esta debacle contractual ocurrió, pero lo más grave fue que los tolimenses se quedaron sin unos escenarios deportivos dignos de la capital musical de Colombia. Una obra con problemas fue el Coliseo.
No solo el coliseo quedó convertido en un terraplén vacío, también las piscinas olímpicas resultaron otro fracaso convertido por años en un elefante blanco, en otras palabras, en una construcción inútil para la comunidad. Las piscinas Olímpicas de la calle 42 debieron remodelarse para los juegos naciones; sin embargo, pasaron los meses y las obras no llegaron a ninguna parte. Se espera que en 2025 se programe una fecha de entrega de las piscinas.
Casi una década después empieza a verse luz al final del túnel
Tras el golpe y la frustración que significó este caso de corrupción mayor, el gobierno nacional y la alcaldía de Ibagué terminaron liquidando los contratos de manera unilateral aduciendo distintas causales. Quedaba por delante la tarea de cumplirle a los ibaguereños con algún escenario deportivo.
Llegaron las elecciones de 2015 y el alcalde elegido fue Guillermo Alfonso Jaramillo quien se puso en la tarea de abrir una nueva licitación para construir un coliseo que sirviera de escenario para los atletas de patinaje artístico, baloncesto y gimnasia, y que también podría servir como recinto cultural.
El nuevo constructor elegido para levantar el esperado coliseo fue el Consorcio Obras Especiales de Ibagué. El consorcio fue el fruto de la unión de Virgilio Enrique Osorio Torres, Erwin Castro Salgado, Incobelci SAS y JP Construcciones Ltda. El presupuesto para la tarea fue de $ 43.798.470.599, 31. En los documentos aparece como interventor, Hm Ingeniería SAS.
La obra, Coliseo Mayor, no fluyó como se esperaba y tuvo que intervenir la Contraloría para salvarlo
La fecha de inicio del contrato fue el 17 de febrero de 2021; no obstante, existieron tres suspensiones y se pidió una adición por $ 20.053.412.659. El total del cheque se dividió entre el Ministerio del Deporte que estrenaba ministro, Ernesto Lucena Barrero, y la alcaldía de Ibagué en cabeza del conservador Andrés Fabián Hurtado. El total del proyecto tenía un monto de $ 63.851.883.258,30.
La Contraloría, hoy en cabeza de Carlos Hernán Rodríguez, se propuso evitar una nueva frustración para los tolimenses y no permitir que el coliseo terminara convertido en un nuevo elefante blanco. En su propósito de trascender las denuncias y buscar sacar adelante los proyectos la contralora provincial Johana Duarte tomó las riendas y empezó el acompañamiento a la constructora, y de la mano de los veedores y la comunidad se buscó asegurar la vigilancia del desarrollo del nuevo contrato.
Finalmente, en agosto del 2023 se celebró la inauguración del Coliseo Mayor. La espera de 8 años, al fin terminó y un total de 61.200 personas pueden asistir a los distintos eventos del Coliseo.
Le puede interesar: Así recupera la Contraloría 10 centros infantiles que el exgobernador Gossaín dejó perder en Bolívar