"Hemos interferido, estamos interfiriendo y seguiremos haciéndolo. De forma cuidadosa, precisa y quirúrgica, de una manera única para nosotros", dijo Prigozhin en una publicación en las redes sociales de su empresa Concord.
Los comentarios fueron en respuesta a una pregunta sobre las acusaciones de injerencia rusa en las elecciones de medio término del martes en Estados Unidos, unos comicios seguidos de cerca en Moscú en medio de la crisis que lo enfrenta a Washington desde el inicio de su ofensiva en Ucrania.
Prigozhin, que está sujeto a sanciones de Estados Unidos y la UE, ha sido acusado durante varios años de injerencia en las elecciones estadounidenses, incluidas las presidenciales de 2016.
En concreto, se le acusa de haber creado una "granja de trolls", perfiles falsos que operan en las redes sociales para intentar influir en los votantes, por ejemplo denigrando a los candidatos o transmitiendo información falsa.
El otrora empresario de bajo perfil se está convirtiendo cada vez más en una figura pública en Rusia, haciendo apariciones en apoyo de la ofensiva de Moscú en Ucrania.
A finales de septiembre, Prigozhin admitió haber fundado el grupo paramilitar Wagner en 2014 para luchar en Ucrania, admitiendo su presencia en África, Oriente Medio y América Latina.
Este grupo paramilitar es sospechoso desde hace años de llevar a cabo el trabajo sucio del Kremlin en varios teatros de operaciones, algo que Moscú y el Sr. Prigozhin siempre han negado.
Con fama de ser muy cercano a Vladimir Putin, el Sr. Prigozhin fue en su día uno de los proveedores de las cocinas del Kremlin, lo que le valió el apodo de "cocinero de Putin".