A propósito del furtivo parricidio y fatricidio cometido por Jhonier Leal, muchos de los noticieros han inundado gran parte de su franja informativa, compartiendo de manera reiterada los pormenores sobre la trágica y lamentable muerte del estilista Mauricio Leal, cayendo incluso en la figura de cliché, cuándo casi a diario se dan en este país, masacres, feminicidios, asesinatos de líderes sociales, crímenes en medio de los hurtos, muertes de inocentes en medio de la actual guerra que vive Colombia, la cual se ha recrudecido por la incompetencia, torpeza y mala fe, de esta bandada de hampones, timadores y trapaceros que nos gobiernan.
No estoy diciendo que los medios de comunicación no deban cubrir la noticia, ni tampoco que nos debamos tapar los ojos y los oídos para no verla ni escucharla, pues a la final es uno de tantos hechos que reflejan el grado de descomposición social de nuestra sociedad y cualquier asesinato es abominable, sea parricidio, fatricidio, feminicidio, homicidio y/o suicidio, por que toda vida que se pierde tras un acto violento sin importar el estrato o rol social, refleja el nivel de enfermedad con síntomas de esquizofrenia en la que se encuentra nuestra sociedad; para la muestra el nuevo parricidio ocurrido el día 19 de enero del presente año en el barrio Bosa Naranjos, dónde salvajemente un joven de 26 años asesina a punta de ladrillazos a su madre de 58 años y a su mascota. La realidad superó la ficción.
Lamentamos profundamente la perdida de la vida de Mauricio Leal y su madre, así como la de la señora Isabel Rojas y su mascota en el barrio Bosa Naranjos, reprochamos categóricamente las circunstancias en las que se dieron estos asesinatos y exigimos justicia, pero el tratamiento que desde hace dos meses los noticieros le brindan a lo ocurrido en el seno de la familia Leal a diferencia de lo ocurrido con la víctima en Bosa se convierte en magazine y telenovela, en show mediático y cortina de humo para entretener a la audiencia y desviar otros problemas que afectan actualmente nuestra sociedad, reconociendo que ambos parricidios nos conmocionan y dejan profundas heridas en la moral de esta sociedad, cuya dignidad cuando parece levantarse, termina siendo nuevamente pisoteada, manoseada y humillada, más aún cuándo crecemos en un ambiente dónde reafirmamos que cualquier vida es sagrada y mucho más cuándo se trata de la vida de una madre, hermano y/o familiar.
Hace dos meses aproximadamente el caso Leal ocupa el primer plano de los noticieros, no creo que el caso de la señora Isabel Rojas sea prioridad en las franjas informativas, tal vez por que una muerte genere más rating que otra. ¿Usted que cree?
Desde el trágico día de la muerte violenta del estilista en el mes de noviembre de 2021, toda la información emitida por los entes de investigación y los medios de comunicación, sólo le incumben a su familia, por qué hace parte de su intimidad, fuero, proceso interno y duelo que deben vivir amigos y familiares de las víctimas, lo demás es morbo periodístico y chisme de su parte.
Tal vez (no sea si sea su caso), el espectador promedio en nuestro país, es insaciable y para colmar su morbo necesita per se, ver cómo escurre la sangre, observar las heridas frescas de las víctimas, contemplar el rostro de los perversos asesinos e incluso, leer la sevicia y los pensamientos macabros de los sociopatas en mención, sin perder de vista claro está, el cuerpo de los finados en su inicial proceso de descomposición, comportamiento idéntico al reflejado por los transeúntes, cuándo se encuentran en la calle con el levantamiento del cuerpo de una persona, qué lamentablemente ha perdido de manera accidental su vida.
Algunos noticieros saben que tal vez ni con eso el espectador quedará satisfecho, por que este querrá ir más allá, percibir por ejemplo los olores que emanan de la escena del crimen y todas las novedades que pueda proporcionar incluso el traslado de los cuerpos de las víctimas a la morgue. En la medida en que se escandaliza va necesitando más estímulos para calmar su excitada ansiedad.
Lo que a la familia de las víctimas le proporciona dolor, a muchos espectadores le genera una simple, vanidosa y caprichosa curiosidad, ¡no hay derecho!
Los medios de comunicación y los políticos vienen estudiando hace muchos años el perfil del espectador, por eso ofrecen lo que más se vende, lo que la sociedad excitada pide. Señor (a) espectador (a), ¿qué más quiere ver? ¿qué noticiero colma su sed y su morbo?
Y es que después de convertir a Marbelle en el motivo para producir una telenovela en otrora época, no nos hemos repuesto de lo bajo qué cayó RCN con esa nefasta producción, dejándonos untados de estiércol hasta la coronilla, por eso en muchas ocasiones cualquier serie de medio pelo genera rating y estatus en el mercado barato, de un sector del periodismo colombiano.
Ya para terminar, ¿sabe qué? vaya y prenda el televisor, cambie de canal y busque el noticiero de sus preferencias para que el lamentable asesinato de Mauricio Leal o de la señora Isabel Rojas, sea el tema de conversación en el almuerzo de hoy, y no las 92 masacres acaecidas en este país en el 2021, el incremento desproporcionado de los precios de algunos productos de la canasta familiar, la amenaza lanzada hace algunos meses por un psicópata al niño ambientalista Francisco Vera, la muerte en dudosas condiciones de testigos claves del caso Odebrecht cómo Jorge y Alejandro Pizano, y otros tantos en el caso de los falsos testigos, las 6.402 ejecuciones extrajudiciales que involucran a una cúpula del ejército y al ex convicto # 1087985, los 19 asesinatos en el marco del anterior paro nacional, los más de 600 asesinatos de líderes sociales ocurridos en la presidencia de Duque, y/o los descarados hechos de corrupción en este fallido, corrupto y mafioso gobierno.
Pero vaya ¿qué está esperando?, por más que lo intentemos disimular, los medios de comunicación ya saben que la audiencia colombiana es la más feliz del planeta, por qué alimentan su ingenuidad con cualquier vulgar "collar de perlas finas qué sube y que baja, que vuelve a subir ¿a dónde irán los muertos?, ¿quién sabe a dónde irán?"