La secuencia de muertes con la que se inició el ciclo 37 de los diálogos de paz continuó rondando hoy el proceso, luego de que las Farc anunciaran el fallecimiento de cuatro guerrilleros más en el Chocó, entre ellos Román Ruiz, comandante del Bloque Iván Rios y miembro del Estado Mayor Central.
La guerrilla también reveló que entre los 27 combatientes muertos en Guapi, estaba Jairo Martínez quien hacía parte de la delegación de paz de las Farc. Según Pastor Alape, Martínez realizaba labores de pedagogía del proceso con los guerrilleros y la población civil de la zona.
Alape dio detalles del bombardeo en el Cauca, al que calificó de masacre. “El resultado de la orden presidencial de bombardear, ejecutada con uso excesivo de la fuerza, fue una masacre”, aseguró el jefe guerrillero, quien agregó que según el testimonio de varios sobrevivientes “varios heridos fueron rematados con tiros de gracia por la tropa oficial mientras reclamaban auxilio”.
Tras calificar lo ocurrido como un crimen de guerra, pidió que los cadáveres de los guerrilleros muertos, que se encuentran en medicina legal en Cali, “sean inspeccionados por forenses nacionales e internacionales, bajo la mirada neutral del CICR”.
Alape subrayó varias veces que los ataques de los últimos días contra las fuerzas guerrilleras han sido “ordenados desde el Palacio de Nariño”, mencionando la muerte de otros 10 insurgentes en el municipio de Segovia (Antioquia) el 23 de mayo.
También abordó el espinoso tema de la justicia, que según la mayoría de los analistas tiene estancados los diálogos, afirmando que “se equivocan quienes piensan que con los cuerpos destrozados y la sangre de nuestros compañeros van a imponernos una justicia que no persigue la responsabilidad de los poderosos sino que fija su mirada punitiva en los de abajo”.
“El tema de la justicia deberá ser abordado por las partes en su debido momento. No lo rehuimos. Tenemos fórmulas para la reconciliación de la familia colombiana”, aseguró Alape.
Tras alertar sobre la amenaza de que “el fuego de la guerra se reactive en el territorio nacional”, Alape remató dirigiéndose al presidente Santos: “Las conversaciones de paz no progresarán con baños de sangre”.
Los periodistas extranjeros que cubren los diálogos tuvieron en esta jornada su primer encuentro directo con los efectos de la guerra tras el anuncio de la muerte de Jairo Martínez. Varios de ellos incluso lo entrevistaron durante su breve paso por esta capital. El guerrillero abatido se hizo notorio durante los diálogos de paz del Caguán, donde actuaba como jefe de seguridad del casco urbano de San Vicente. Martínez pertenecía al Bloque Sur, fue muy cercano a Raúl Reyes, Joaquin Gómez y Fabián Ramírez. Cursó varios semestres de derecho en la Universidad Autónoma, en Bogotá, y solía relatar la forma en que presenció, siendo un niño, la masacre de toda su familia en el departamento del Tolima.
El accidentado ciclo 37 entre ahora en su etapa final, con la llegada a esta capital de los generales que hacen parte de la subcomisión para el fin del conflicto, que había tenido importantes logros en el desescalamiento del conflicto, en especial con el inicio del desminado en regiones de Meta y Antioquia.
