No es para menos, el presidente Gustavo Petro va a implosionar su Pacto Histórico con la “pelada de cobre” ante la entrega a Estados Unidos de una base militar en el Parque Natural Nacional de Gorgona, en el océano Pacífico.
Para la primera potencia del mundo priman sus intereses geopolíticos por encima de cualquier de una nación desvencijada, dirigida por gobernantes dóciles y sumisos como Colombia.
Esta determinación de Petro, que se une al permiso para el tránsito de helicópteros de EEUU en la Amazonía colombiana –con el argumento de la protección del territorio– y a la permanencia de efectivos de las fuerzas, equipos, naves y funcionarios de alto nivel, se consolidan con las cinco visitas de la generala Laura Richardson, jefa del Comando Sur, más el monitoreo permanente de la economía por el Congreso de EEUU y los organismos multilaterales, con quienes concilia previamente las “reformas sociales”, desnudando la naturaleza “desclasada” y derechista de Petro. En sana lógica, ¿Qué hace “la izquierda” en su Gobierno?
El portal Infodefensa.com, especializado en noticias de Defensa y Seguridad, reprodujo este 17 de febrero un artículo que había publicado el 31 de julio de 2019, en el que aseguró que: “Colombia recibirá durante el segundo semestre de 2019, cuatro nuevos radares para la vigilancia costera del tipo Kelvin Hughes SBS-900, que serán incorporados al sistema integrado de control de tráfico y vigilancia marítima (SICTVM) que opera la Armada Nacional de Colombia” para la vigilancia costera en el Pacífico.
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El artículo indica que “para tales efectos se han contratado los servicios de la compañía Northern Defense Industries para adelantar los trabajos de traslado, transporte, instalación e integración de los nuevos radares” y el portal mencionado precisa en qué sitios de la geografía colombiana serían ubicados: “Los radares serán instalados en los municipios de Juradó, Bahía Solano y Pizarro del departamento de Chocó y en la Isla Gorgona ubicada al frente de las costas del departamento del Cauca… la donación y la ubicación de los radares obedece al interés estadounidense de reforzar las capacidades operacionales…”, dejando claro que es una estrategia para el control del océano Pacífico desde el territorio colombiano.
El Comité Salvemos a Gorgona, en una rueda de prensa posterior a la que hizo el Gobierno Nacional a través de los ministros de Defensa, Turismo y Ambiente, expuso que el proyecto del Gobierno en Isla Gorgona fue financiado por Estados Unidos: “Es un proyecto absolutamente militar y por eso no se debe permitir la construcción de la base de la Armada en la isla”, respondiendo a los funcionarios que han querido quitarle el tono de base militar, maquillando el proyecto de verde ambientalista y una simple estación de Guardacostas.
El Comité denunció además que “la única licencia ambiental que se ha entregado es la que se refiere a la construcción de la base militar en la isla”, al mismo tiempo que trazó acciones de protesta contra la nueva militar.
Esta avanzada y penetración de los Estados Unidos en los “territorios profundos” de Colombia pone de manifiesto la importancia del Comité de Defensa de Gorgona, que se complementa con la Bancada del Congreso por Gorgona, pero que además debería mostrar el camino para la consolidación de un frente amplio por la defensa de la soberanía y autodeterminación nacionales, ultrajadas por Gobiernos entregados a los intereses extranjeros como el de Petro. ¡La patria prima sobre cualquier otro interés!
Comunicador Social - Periodista
