Ocurrió en un parque natural en Tanzania. El chimpancé se llamaba Frodo y tenía 47 años. Llevaba semanas inquieto y creían que era propio del animal por eso no le pusieron demasiado atención. Incluso la antropóloga británica Jane Goodall ya había advertido el comportamiento exaltado del animal. Frodo lanzaba piedras a los que lo visitaban. Pero la tragedia estaba por venir.
Una mamá llamada Rukia Sadiki caminaba junto a su hija por el parque de Gombe en Tanzania. La nena tenía un año y se llamaba Miasa. Allí la sorprendió el chimpancé y se llevó a la pequeña. La mamá, en shock, afirmó: "Me sentí abrumada por el repentino ataque. El chimpancé empezó a desenvolver la tela con la que había atado a mi bebé a la espalda y luego huyó con mi hija".
A la niña la encontraron un tiempo después completamente destrozada, muerta y con parte del cuerpo comido por el primate. Al animal lo sacrificaron el pasado marzo del 2020.