El bogotano André Tarditti nunca estudió cocina. Es administrador de empresas de la Universidad de Los Andes y una quiebra en 2012 le obligó a darle un vuelco a su vida. Así empezó con un pequeño negocio de catering. A mediados del año siguiente evolucionó en un local de cuatro mesas en un antiguo salón de billar del barrio 7 de agosto, pues el espacio estaba vacío y le veía potencial a la zona donde los talleres de mecánica son protagonistas. No se equivocó. Dos años después, Trattoria de la plaza recibe en promedio 90 comensales diarios, entre los cuales cuentan ex presidentes, ministros, y demás personalidades del jet set nacional.
Trattoria de la plaza es un claro ejemplo de lo que puede hacer el voz a voz. Cuando se regó la noticia del irresistible sabor del magret de pato en salsa de naranja o la canilla de cerdo acompañada con salsa de mostaza dijon y pera, los platos se volvieron famosos en toda la ciudad. La carta de postres, entradas y platos fuertes se vio obligada a aumentar junto al creciente número de clientes. Igual sucedió con el lugar, que en las últimas semanas añadió cinco mesas más. Para tener una mesa hay que reservar con una semana de anticipación o hacer una fila que puede llegar más allá de la entrada del restaurante. Aunque solo atienden a la hora del almuerzo, a veces se han visto obligados a extender el servicio hasta las 6 de la tarde.
Tarditti es bogotano, hijo de un padre italiano y una madre brasilera. No necesitó hacerse chef en una academia de cocina para aprender a preparar la que según sus comensales es la mejor comida italiana de la ciudad, pues creció en un ambiente donde ésta era protagonista. Estudió en el colegio Leonardo Davinci y desde pequeño se enamoró de la cocina. La vacaciones en Génova, donde sus abuelos Carlo (pastelero) y María, expertos en gastronomía italiana, no fueron en vano pues desde los primeros años de su vida se interesó por la preparación de la pasta, la pizza, y las carnes al estilo italiano.
El sitio cuenta también con una cata de vinos Maridera provenientes de países como Nueva Zelanda, España, Francia y Chile. Los sábados a partir de 6 pm pueden degustarse. Se encuentran copas desde 8000 y botellas desde 40000. El sommelier Juan Manuel García es el encargado de esta parte de3l restaurante, que complementa cualquier plato de los ofrecidos en la carta
Belisario Betancur, Enrique Peñalosa, Paulo Laserna, Yamid Amat, Lina Moreno y Rodrigo Pardo son algunos de los personajes que gustosamente seguirán atravesando la plaza de mercado del 7 de agosto mientras Trattoria de la plaza se ubique al costado sur de la misma. Lo harán porque su propietario no tiene intenciones de mudarse de la zona. Si hubiera que pagar un arriendo de 100 millones de pesos que puede costar un local en la Zona T al norte de la ciudad, la calidad de los platos no sería la misma, y los precios –que son otro punto a favor- tampoco serían igual de cómodos para el bolsillo de los comensales. Además, el estar en el siete de agosto le da un toque único a este pedazo de Italia en el centro de Bogotá.
Aunque Tarditti no tiene muy claro por qué le ha ido bien, cree que el no improvisar en la cocina es una de las razones. Sabe a lo que va, y por eso hace solamente los platos en los que sabe que le va bien. Lo suyo es casi que intuición culinaria; sabe hasta qué punto echarle sal a un plato, sin pasarse ni dejarlo desabrido. Más importante que su técnica, es su instinto de chef. Después de todo, ese no se adquiere en una escuela de cocina.