El rostro del Ché ha sido el símbolo de generaciones de universitarios durante años. Hoy ya no son tantos los que se identifican con su ideología.
La mayoría de los estudiantes que están felices porque la figura del Che no está en la plaza Santander de la Universidad Nacional son jóvenes menores de 20 años quienes no ven ya ningún vestigio de grandeza en la Revolución Cubana. Ellos piensan que el Ché, como los Castro, despreciaba a los homosexuales y estuvo de acuerdo en que se volviera política de estado perseguirlos como sucedió con personajes eminentes como el escritor Reinaldo Arenas, que mandó a pelotones de fusilamiento a docenas de personas por no pensar como él. Ellos piensan que lo mejor es que vaya en ese muro algo que represente a las víctimas en Colombia y la idea de ver a Jaime Garzón allí les parece estupenda.
Los que se rasgan las vestiduras son los mayores de 25 años que ven en Ernesto Guevara a una especie de Simón Bolívar de boina y barba rockstar. Que naufragó en el Granma dirigiendo, junto con Fidel Castro, a doce hombres que en menos de dos años convirtieron a Cuba en una isla comunista a escasas 90 millas de Estados Unidos. Ellos ven a su figura como el símbolo de la revolución, del triunfo perpetuo de David contra Goliat.
El debate en redes está que arde, estas son algunas de las notas que han llegado:
De reaccionarios e iconoclastas (A propósito de la borrada del Che en la U. Nacional) Por: J. Mauricio Chaves-Bustos
(…) Tal vez son las contradicciones propias de la edad, pero también muestran manifiestamente la polaridad en que vivimos. Uno de los argumentos frente a lo que escribí respecto al Che, fue que “a rey muerto, rey puesto”, así como primero fue Santander y luego el Che, la pregunta es ¿y ahora quién? En el romanticismo revolucionario propio de los de mi generación, el Che es el símbolo de la lucha, de la entrega constante, de la población total por los más necesitados, sin embargo, muchos argumentan que es un asesino, un homicida y que no quien ni al Che ni a Camilo Torres en la Nacional. Nuevamente, ¿entonces? Según esa lógica, deben desaparecer de la faz de la tierra todos los monumentos a todos aquellos que por hacer una revolución, por buscar cambios, debieron enfrentar una guerra y convertirse también en homicidas, si no ellos, si sus huestes y sus seguidores, como en toda guerra(..).
Ernesto "che" guevara era un psicópata Por: Ariel Peña González
(..)Pero el “che” Guevara cuya efigie a adornado los uniformes durante varios años de guerrilleros de las Farc y el Eln, fue un asqueroso criminal que en una carta que le escribió a su padre después de haber mandado fusilar en Cuba a un prisionero, le decía: “ tengo que confesarte papá, que en ese momento descubrí que realmente me gusta matar” semejante afirmación es propia de un psicópata que solo es producida por el odio del adefesio marxista cuyo principios medulares son el de la violencia como partera de la historia y el de la lucha de clases como un ajuste de cuentas o vendetta al mejor estilo de la mafia, y no es que el marxismo sea solamente un guía para la acción, como dicen algunos despistados, sino que sus dogmas conducen a que muchos de sus miembros se crean predestinados por las enseñanzas supersticiosas de esa doctrina infame, para avasallar y matar a los demás, teniendo como ejemplo patético al “che “Guevara(..).
La realidad del Che y el ejemplo que debe dar la Universidad Nacional Por: Cristhian Meneses
(..)Y es que en el caso de Colombia hay muchas particularidades, muchas personas que denuncian los atropellos del exprocurador Alejandro Ordóñez, que gritan porque quemó unos libros hace décadas, porque no respeta las libertades, la diversidad sexual, entre otras joyas de su currículo, son tan incoherentes e insolentes, que admiran al Che, algunos incluso expresan que lo adoran, es decir, mientras repudian a un político con pésimas ideas y prejuicios, por otro lado admiran y enaltecen a una figura que compartía esas posiciones reprochables pero con maldad y sangre que Ordóñez solo puede soñar, Guevara sí las hizo(..).
Jaime Garzón en la plaza del Che Por: Christian Manuel Castro
(..)Me parece que sería más representativo colocar en el León de Greiff a un estudiante de la misma Universidad Nacional, que en realidad haya contribuido a este país y que sea figura ejemplar de lo que es perseguir la paz en el país de los imposibles; Jaime Garzón.
Jaime derramó su sangre por su este país y todavía siento vergüenza por ello. Con sus personajes, su humor inquietante y su crítica voraz, Jaime logró marcar un hito en nuestra historia. Más allá de las posibles críticas al gran Jaime, probablemente por cuestiones de extremismo político, Garzón es el verdadero Gran Colombiano, el verdadero(..).
Al Ché de la Nacional no lo debe tocar nadie Por: Anibal Arévalo
(..)Quiérase o no las universidades públicas lo han reivindicado como la imagen de la rebeldía y la lucha en favor de los desprotegidos. Nada tiene que ver que la mayoría quieran que se lo borre. El Che es identidad de los pueblos del mundo que buscan un modo de vida mejor y libre de tiranías. Cada vez que intenten borrarlo resurge el mito(..).
Borrar al Ché Guevara como protesta de las nuevas generaciones Por: David Torres
(..)La acción realizada puede ser considerada como una señal de profundos cambios en la clase media que integra hoy las Universidades Públicas y de cómo esta nueva generación percibe los cambios sociales de los tiempos recientes. De igual modo, también podría ser una atrevida invitación al dialogo(..).