Hace veinte años, una sociedad hastiada del caos y la élite vergonzante del país apostaron por la mano dura y el mesianismo de la seguridad. Hace doce años, con la sociedad fracturada por la mezquindad del "mesías", un fragmento de la élite eligió el camino del diálogo.
En 2018, desprestigiados los caminos del diálogo y temiendo la imposición de un modelo estatista, predominó la mano dura y se eligió a una élite farandulera que no trajo paz o justicia, ni garantizó progreso a las mayorías.
En 2022 tenemos la oportunidad de elegir el camino moderado y el gobierno equilibrado que conduce a proteger las libertades políticas y sociales que la derecha ha atropellado en nombre de la seguridad y a profundizar las libertades económicas que la izquierda amenaza en nombre de la justicia social.
Vote bien, vote por el camino del centro, el camino sensato.
¡Se puede!