A menos de 72 horas de sucedido el lamentable y repudiable atentado en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander de Bogotá, en la que han fallecido veintiún de sus alumnos, el Centro Democrático crea la campaña en Twitter con el "hashtag" #UribeColombiaEstáContigo, aprovechando el momento de efervescencia y luto por los colombianos muertos, utilizando el suceso como argumento para "recordarnos" un "pasado glorioso en el que se combatía con eficacia el narcoterrorismo", durante los 8 años de mandato de Álvaro Uribe Vélez.
Con un oportunismo miserable han tomado a los uniformados fallecidos para sus propósitos, parece ser una gran lección de estrategia política para los futuros partidos, una especie de tutorial de como aprovechar los aconteceres y transformarlos en banderas propias. Esto es el Centro Democrático y parte de lo que representa. Para ellos no existe luto, existe es provecho: la oportunidad del show mediático, de crear el enemigo común. Cuentan las víctimas que le sirven a sus propósitos, las otras no: siempre serán subversivos a sus ojos.
Uribe, el psicópata, el megalómano, los apellidos de las víctimas no importan. Importa él y su frenesí de sangre. Sin la guerra no se halla, no tiene discurso, necesita su antítesis para gobernar: incendiar el país para vendernos seguridad. Te necesitamos y votamos por ti. Ya el escritor Fernando Vallejo lo decía: la maldad de un ser humano debería medirse en "uribes".
Y a la vista de un buen observador político, esto no se trata sólo de él, es el establecimiento. Otrora Pastrana y Gaviria. Son uno solo, contradictores en campaña y amigos en el mandato. Son ellos manejando esta finca llamada Colombia. Pero el Centro Democrático es excepcional respecto al pasado, el extremismo no es más que una propuesta de sangre y bala para los pobres y marginados.