En los patios de Álamos, a donde llegan a parar los carros que ha inmovilizado la policía de tránsito, hay un poco más de 16 mil vehículos. Casi todos se están pudriendo. Ya casi ninguno sirve para rodar de nuevo por las calles. La firma evaluadora, contratada por la Secretaría de Movilidad, solo ha encontrado 136 que pueden funcionar de nuevo, pero tienen sus días contados para ser declarados chatarra, como todos los demás.
En este cementerio de carros, un lote de 60.000 m2 que le pertenece al IDU, y que está ubicado muy cerca del Aeropuerto El Dorado, en el occidente de Bogotá, hay vehículos de todo tipo. Si se pudieran rescatar un restaurador sería feliz en este lugar que bien parece un museo de carros viejos y olvidados. El lugar, que colinda con verdes lotes de la pista aérea está invadido de miles de curíes que corren libremente por los pastizales del lugar y tienen sus madrigueras bajo los carros que están bien apilados y acomodados.
En el patio de Álamos hay más de 16 mil carros y motocicletas que se están pudriendo desde hace más de 14 años. Foto: Leonel Cordero.
En los distintos espacios, a los que los funcionarios que trabajan allí les tienen nombres acordes a los que se ve en el terreno, como sala de velación y cementerio, hay carros y motos de grandes marcas y estilos que algún día fueron la envidia de muchos conductores. Hay por ejemplo clásicos Mercedes Benz que conservan su elegancia en medio del óxido que se ha comido sus finas latas.
Hay gigantes de la marca japonesa Toyota, lujosos y veloces Peugeot, pero los que más se ven son los carritos corrientes de gamas bajas y medias que por diferentes circunstancias, entre ellas la económica, sus dueños no tuvieron como sacarlos de los temidos patios.
En sus mejores días este clásico Mercedez Benz fue uno de los carros más apetecidos y se robaba las miradas de todos. Está en los patios hace más de ocho años. Está a pocos días de ser vendido por chatarra. Foto: Leonel Cordero.
El vehículo que lleva más tiempo en este cementerio de latas es una moto de marca Suzuki modelo 1997. Entró a los patios el 2 de enero de 2004. El conductor, quien nunca volvió a aparecer, tuvo la mala fortuna de ser atrapado sin portar su licencia de conducción y sin el Soat de la moto. Aunque la deuda inicial de esta motocicleta no superaba los 200 mil pesos de la época, para hoy poderla sacar hay que pagarle al Distrito más de ocho millones de pesos. Una camioneta Chevrolet modelo 1952 y dos busetas completan la lista de los cuatro carros que más tiempo llevan metidos en estos Patios de Álamos. Estos, como miles más, llegaron en el primer semestre de 2004.
En Álamos también hay miles de motos, de todas las marcas y cilindrajes. El vehículo que lleva más tiempo en este cementerio de latas es una moto de marca Suzuki modelo 1997. Foto: Leonel Cordero.
Entre todos los vehículos que aquí están al sol y al agua le deben a la Secretaría de Movilidad $125.000 millones. Algunos están olvidados allí desde hace más de 17 años. Los cinco deudores que más le deben a Bogotá por abandono de vehículos son dueños de grandes camiones que entraron a los patios durante el primer semestre de 2008, hace ya casi 14 años, en promedio cada uno debe a Movilidad un poco más de 20 millones de pesos.
Las deudas de estos carros nunca prescriben. Los dueños de los vehículos tendrán la deuda por siempre, la cual se incrementa con la llegada de un nuevo día y solo parará cuando el dueño aparezca, que es poco probable, o cuando sean vendidos por chatarra. La ley permite que después de un año de abandono el distrito pueda disponer de estos bienes.
Camiones, carros pequeños y otros que fueron muy lujosos, serán vendidos por chatarra. Sus dueños tienen aún la oportunidad de sacarlos de allí, si así lo quisieran. Foto: Leonel Cordero.
El precio por unidad de uno de estos autos viejos está en promedio en 50 mil pesos. Los buses y camiones valdrán un poco más. Depende del peso. La latonería, sus motores y sus llantas solo se pueden vender por chatarra. Por ningún motivo se pueden comercializar sus partes.
La Secretaría de Movilidad está armando por estos días la décima jornada de venta de estos carros. En promedio cada carro será vendido por unos 50 mil pesos. Foto: Leonel Cordero.
La mayoría del lote vehicular está parqueado allí por infracciones de tránsito. Muy pocos, solo cuatro mil de ellos, se quedaron encerrados por accidentes. Por estos días la Secretaría de Movilidad está armando la décima jornada de venta de estos carros. Se hará por subasta. Para quienes están metidos en el mundo de la chatarrización, al parecer es un buen negocio, pero no lo es para el Distrito, el cual no alcanza a recuperar nada de las deudas de cada carro, para lo único que sirven las jornadas de venta es para descongestionar el cementerio de carros y darle espacio a los venideros que podrían quedar abandonados a la inclemencia del clima y a la imposibilidad económica de ser rescatados.
