Entender el devenir del Cauca dentro de la crisis nacional de inseguridad –económicasocial, política jurídica, cultural ambiental-, impone plantear tres conceptos diferentes pero interrelacionados: i- SEGURIDAD INTERIOR, garantiza el orden constitucional, la gobernanza y establece los soportes para el crecimiento económico y el desarrollo con justicia sociocultural.
La responsabilidad de la Seguridad Interior se asigna generalmente a la POLICÍA y, excepcionalmente -cuando está en riesgo la soberanía o que las organizaciones criminales desbordan la capacidad estatal (Delitos contra la Seguridad de la Nación)-, a las FF.MM., caso en el que, superada la anormalidad, la autoridad local reasume dicha competencia.
ii- SEGURIDAD NACIONAL, mantiene la integridad/estabilidad/permanencia del Estado. Atañe a su soberanía, sin consentir intromisión alguna en la aplicación de su normatividad dentro de las fronteras territoriales con el fin de alcanzar los objetivos estatales.
iii- SEGURIDAD PÚBLICA, salvaguarda los derechos de las personas, preserva el orden/libertades/Paz públicas, mediante acciones tendentes a conservar la solidez del Estado, proteger la Nación, resguardar la soberanía, custodiar la unidad nacional y defender la democracia. Cuando el fenómeno criminal atenta contra la integridad estatal/orden institucional, puede convertirse en asunto de Seguridad Nacional. Sucintamente, la Seguridad Pública vela por la protección de las PERSONAS individualmente consideradas; es una función de las autoridades locales, en coordinación/cooperación con el gobierno/autoridades nacionales. ¡Tal es el caso del Cauca! A la Seguridad Nacional le concierne el ESTADO, la INSTITUCIONALIDAD.
Sin duda, el Cauca es un departamento dual: ubicación geográfica estratégica –océano, abundancia orográfica/hidrográfica, multiregionalidad: Pacífico/Andes/Amazonas, pluriclimático-; inmensas riquezas naturales –agua, bosques, fauna, flora, minerales, biodiversidad-; valiosos recursos humanos -etnias, mestizaje, multiculturas- Vs. desempleo/miseria/violencia/narcotráfico/gobernantes corruptos; vale decir, ¡ENORME RIQUEZA Vs. INMENSA POBREZA! La incuria gubernativa (2016) permitió que ciertas organizaciones armadas ilegales coparan los territorios despejados por las Farc-ep, incrementando la Inseguridad Pública ytransformando al Cauca en escenario de guerra entre FF.MM. y facciones “insurgentes”/“narcotraficantes”/“paramilitares”, etc., que afectan letalmente a la población civil –masacres, asesinatos selectivos, minas antipersonas, confinamientos, amenazas, desplazamientos forzados, voladuras, reclutamientos, infracciones al DIH/DD.HH., etc.-, esto es ¡conflicto permanente, patentizado en atraso/indigencia!
Hoy, los enfrentamientos entre FF.MM./EMC se despliegan por todo el departamento perjudicando gravemente a las comunidades rurales. Colateralmente, el EMC combate brutalmente con el ELN, Segunda Marquetalia y Clan del Golfo, para mantener su predominio territorial, rutas/transporte de cocaína, oro, armamentos, etc. El gobierno erró al conferirle estatus político al EMC, conjunto de grupos delincuenciales, heterogéneos, localmente autónomos, sin jerarquía orgánica, ni unidad de mando, dedicados –como sus congéneres- al narcotráfico/minería ilegal/praxis criminales, ¡sin estímulos reales para materializar la Paz! Su objetivo central es controlar las economías domésticas –Vgr., defensa encarnizada del Cañón del Micay-. Unas “negociaciones” fecundas trascienden la guerra y se focalizan en actividades orientadas al desarrollo socioeconómicocultural de las comunidades civiles.
Actualmente el Cauca está inmerso en una crisis de Seguridad Pública/anarquía. Su estructura de tenencia territorial enseña desequilibrios sorprendentes. Las economías campesinas fueron reemplazadas por narcocultivos. ¡El auge cocalero trocó en depresión! La extracción ilícita de oro es rentable/predadora y origina desastres fiscales al departamento –regalías-; al medioambiente –deforestación/envenenamiento acuífero; inestabilidad –inseguridad-. La población rural/urbana desempleada se “rebusca” en ocupaciones informales/ilícitas –narcotráfico, minería ilegal, vinculación a grupos armados, etc.-. Ergo, la violencia desbocada y la crisis de inseguridad,NO son obras de la casualidad. Los antedichos factores, agregada la corrupción administrativa, han sido los propulsores del conflicto en el departamento, sin que la implementación de la política de “Paz Total” haya rendido beneficios apreciables.
Desmontar las herrumbrosas estructuras neoliberales, implantadas desde mediados de los 80; sustituir gradualmente la economía extractiva por otra “productiva”; eliminar el narcotráfico; materializar las reformas sociales; enfrentar/contener el cambio climático; concebir la humanidad como fin excelso del crecimiento/desarrollo económicosocial; luchar contra la corrupción; establecer/ejecutar “democráticamente” nuevos ideales/praxis políticas; cumplir las seculares “promesas” de los gobiernos al Pueblo, son claves para rebasar la inseguridad del Cauca, del suroccidente del país e instaurar la Paz en Colombia.