Ganó con más de 700.000 votos cuando el modelo uribista se agotó y no obtuvimos seguridad democrática, ni desarrollo equilibrado, ni equidad, y con la fórmula de combatir violencia con violencia y hacer trizas el acuerdo de paz, implementada por Duque, estamos peor que cuando Santos logró la desmovilización de las Farc, y en regiones como el Cauca, gozamos de un año largo de tranquilidad.
Sí, Petro, con los ejes de gobierno centrados en la paz, justicia social y ambiental, anuncia un gabinete inclusivo, con gente preparada y mantiene mayorías en Congreso,
—ya aseguradas con la vinculación del Partido Liberal y posiblemente de la U—, sin duda que al país y entrante gobierno le irán mejor, con ambiente favorable para reactivar el acuerdo de paz con las Farc las reforma agraria integral y reformas política y electoral, que frenó Duque y otras propuestas presentadas en su programa de gobierno.
Los acontecimientos y evolución de la política colombiana determinaron que Petro rompiera la hegemonía de 20 años de la alianza de narco-hacendados y parapolíticos con el gran capital agroindustrial, industrial, minero, comercial y financiero, que mantuvo el uribismo, aupando la concentración de tierras, empresas que fueron del Estado, las pensiones y otorgando, a la lata, concesiones mineras, políticas extractivistas y rentistas propias del neoliberalismo.
Buscando calmar los temores debido a antecedentes egocéntricos y tendencias autoritarias de Petro, se abrirá un ciclo democratizador, al convocar a un pacto nacional que incluye a quienes apoyaron a Rodolfo Hernández, con quien tiene más puntos en común que diferencias, como se apreció en sus propuestas de gobierno promovidas en campaña y dialogando con todos los sectores, incluido Álvaro Uribe, cabeza del Centro Democrático.
Incluso al uribismo y a los empresarios y políticos que apoyaron la parapolítica les conviene aceptar el llamado a la unidad de Petro, quien se muestra más inclinado a propiciar la confesión de delitos a cambio de penas leves, tal como lo promueve la JEP, que a condenas severas, y más de acuerdo en buscar consensos para superar la grave crisis económica, social y ambiental que afecta al país y agravada en el planeta por la guerra en Ucrania y el peligro a que se extienda a otros continentes, donde Estados Unidos, China y Rusia, tienen intereses.
Por lo pronto, y para no perder el primer año de gobierno —como le pasó a Duque cuando se enfrentó a las mayorías políticas en el Congreso y se empeñó en bloquear la JEP y hacer trizas el acuerdo de paz—, a Petro le urge asegurar la coalición para obtener mayorías y la presidencia en el Senado y Cámara, con el fin de que puedan tramitarse proyectos de ley para impulsar reformas urgentes. Por esta razón escogió a Roy Barrera, un baquiano de los tejemanejes de la política, después de haber militado en el Partido Liberal, Nuevo Liberalismo y el Partido de la U.
Alexander López y Gustavo Bolívar, más a la izquierda, son más de confrontación que de lograr los consensos que necesita Petro para no perder el primer año de gobierno y agilizar las reformas que propone.
Es muy probable que a la coalición de gobierno asegurada con el ingreso del Partido Liberal, sumándose a los congresistas del Pacto Histórico, el Partido Verde, la Coalición Verde Esperanza, MAIS, Comunes, de la Circunscripciones de Paz, se fortalezca convocando a congresistas del partido de la U, quienes se han mostrado afines a las propuestas del nuevo gobierno; pues los de Cambio Radical, el partido Conservador, el Centro Democrático y los cristianos, están más inclinados a la oposición, pensando en posicionarse en las próximas elecciones para gobernaciones, alcaldías, Cámara, Senado y la Presidencia en 2026.
Con el triunfo del Pacto Histórico en las elecciones para Cámara y Senado y presidencial, en el Cauca, además de quedar bien representada con la vicepresidenta Francia Márquez, inaugurando el Ministerio de la Igualdad, se espera gran interés del gobierno nacional por contribuir a la aclimatación de la paz con los diversos grupos armados y mediante la inversión en obras y proyectos de beneficio productivo y social.
También, se avizoran prontos cambios en los gabinetes, departamental y municipales, situándose en punta las opciones de candidatos respaldados por el Pacto Histórico para las próximas elecciones de gobernación y alcaldías.
El senador Luis Fernando Velasco está con posibilidades para el Ministerio del Interior, aunque con el acuerdo de Petro con César Gaviria, está en duda esta opción. La periodista Mabel Lara suena para el Ministerio de Cultura y el senador Temistocles Ortega iría a una embajada.
Con la reciente alianza del Partido Liberal con el gobierno electo, el representante a la Cámara César C. Gómez se repone del golpe sufrido con la captura de su socio político, el senador Mario Castaño, implicado en varias investigaciones por corrupción.
Queda comprometido el representante Oscar R. Campo, de Cambio Radical, quien se apartó de su jefe Temístocles, madrugó a respaldar a Fico y votó por Rodolfo Hernández.