Lo primero que uno observa en el rostro del Mayor retirado de la Policía Juan Carlos Meneses es el miedo a la muerte, y no es para menos. Vestido de camisa tipo polo y jean azul nos cuenta que hoy es uno de los pocos que aún están vivos y que han sido sindicados de pertenecer directa o indirectamente al grupo de Los 12 Apóstoles, la organización paramilitar que delinquió en Yarumal y municipios aledaños entre 1993 y 1997, que asesinó a más de 30 personas y que, según Meneses, tenían como sede de entrenamiento la hacienda La Carolina, de propiedad de la familia del dos veces Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez.
En el 2010 y frente al Nobel de Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel y un nutrido grupo de juristas, Meneses acusó a Santiago Uribe, hermano del expresidente, de ser el fundador y líder de ese temido grupo paramilitar, siendo la primera vez que uno de los protagonistas directo de los hechos ocurridos hace 20 años salpicaba al hermano del expresidente Uribe.
Los asesinados y los sobrevivientes
En este proceso han asesinado a siete testigos, y ese es el temor de Meneses. Solo viven cinco personas de las 12 que han sido acusadas de haber sido parte directa o indirecta de ese clan paramilitar: el capitán Pedro Manuel Benavides, quien fue comandante de la estación de la Policía de Yarumal y posteriormente fue reemplazado por Meneses en 1994. El mayor dice que fue el mismo Benavides que le presentó a Santiago Uribe; Alexander Amaya, agente de la Policía de Yarumal y quien hoy aceptó ser parte de ese grupo paramilitar y por eso está preso en La Picota; Santiago Uribe Vélez, LAS 2 ORILLAS le solicitó una entrevista para hablar de este tema, pero él la declinó "porque una entrevista puede estropear este proceso", respondió.
El sacerdote de Yarumal Gonzalo Javier Palacio Palacio, de quien se dice que gracias a su participación el grupo fue bautizado como Los 12 Apóstoles. La Fiscalía cerró en el 2001 el proceso que se adelantaba por su presunta responsabilidad en la participación de este grupo criminal. LAS 2 ORILLAS ubicó su residencia en el barrio San Joaquín, en Medellín. Allí fue para solicitarle una entrevista al cura de 80 años, pero no permitieron hablar con él; Juan Carlos Meneses, que hasta hoy es el único que ha sindicado a Santiago Uribe de ser el fundador y líder de ese grupo paramilitar. Otra serie de testigos, y bajo reserva de identidad, también han dicho frente a la Justicia que el hermano menor del expresidente fue el líder de ese clan.
Se desconoce el paradero de Álvaro Vásquez, propietario de un restaurante llamado San Felipe en Yarumal, ubicado frente a la Caja Agraria, y que, según testigos encubiertos, era la persona que ofrecía a los hacendados y comerciantes de la región los servicios del grupo armado; alias Rodrigo, la supuesta mano derecha de Santiago Uribe y que versiones lo señalan como el jefe rural del grupo; y de dos hermanos conocidos como ‘Los Mellizos’, dueños del estadero Los Llanos de Cuibá que, según versiones entregadas a la Fiscalía, financiaban al grupo, colaboraban en el transporte de armas e insumos y entregaban información.
Lo que sí es cierto es que han sido asesinados alias “El Relojero, un supuesto informante del grupo y que tenía una relojería al lado de la Alcaldía de Yarumal; los hermanos Múnera, Hernán Darío Zapata, conocido como Pelo de Chonta y que manejaba la zona urbana del grupo, y los Pemberthy, sicarios del grupo.
Santiago Uribe ha sido investigado en dos ocasiones por este caso y la Fiscalía dictó autos inhibitorios por falta de pruebas en mayo de 1996 (cuando su hermano Álvaro era gobernador de Antioquia) y en febrero de 2000.
La entrega
Meneses se encontraba en Venezuela protegido por Acnur (la agencia de la ONU para los refugiados). Desde allá negoció con la Fiscalía de Colombia para su entrega voluntaria a la Justicia que se efectuó el pasado 27 de enero para responder por su presunta responsabilidad en el asesinato de Camilo Barrientos Durán, conductor de un bus escalera de Yarumal, y que fue asesinado en 1994 mientras el mayor era el jefe de la Policía de ese municipio. Según Meneses, este crimen fue ordenado por Santiago Uribe Vélez, ya que el pacto entre el grupo paramilitar y la Policía era que los segundos no reaccionaran cuando los sicarios de Los 12 Apóstoles fueran a perpetrar un asesinato.
La entrega se realizó bajo ciertas condiciones, entre ellas -dice Meneses- la protección a su vida. Según un decreto de enero 14 de 2014, los miembros de la fuerza pública deben estar en cárceles especiales para ellos, no cárceles de civiles, pero hace casi dos meses el mayor (R) Meneses misteriosamente fue trasladado a la cárcel La Picota, en Bogotá. Según ha dicho, se encuentra en el mismo pabellón donde hay varios funcionarios y miembros de la fuerza pública condenados a décadas por el delito de paramilitarismo.
Alexander Amaya, denunciado por Meneses como uno de los sicarios del grupo, hoy está condenado por esos hechos. Él se encuentra en el pabellón continuo al de Meneses y en boca del mismo mayor ha escuchado que Amaya piensa vengarse de él. Vale resaltar que Amaya es uno de los cocineros de los reos, por eso Meneses ha optado por no comer o ingeniárselas para probar bocado, según le narró a LAS 2 ORILLAS, porque su temor es que sea envenenado.
Lo cierto es que Meneses se encuentra en el mismo pabellón donde años atrás, y en un hecho desconocido hasta hoy y confirmado por Meneses, se planeó el asesinato de Rafael García, exjefe de informática del DAS, quien prendió el ventilador de las chuzadas que vinculaban al gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Desde su entrega Meneses no había concedido ninguna entrevista hasta hoy. Esta es la primera de cuatro entregas de una entrevista exclusiva con el mayor Meneses para LAS 2 ORILLAS, en la que narra- entre otras cosas- cómo, según él, la Fiscalía le ha incumplido para proteger su vida como el testigo estrella contra los hermanos Álvaro y Santiago Uribe Vélez en la conformación de grupos paramilitares en Antioquia, además del intento de Meneses el año pasado para negociar con los Uribe Vélez con el fin de frenar este proceso a favor de ellos a cambio de proteger su vida y la de sus dos hijos, y las pruebas que tiene en su poder que, según dice, certifican que han tratado de presionar esta investigación a favor de Santiago Uribe en el proceso del grupo paramilitar de Los 12 Apóstoles a dos décadas de salir a la luz pública.
“El único que está hablando con pruebas soy yo. Juan Carlos Meneses no está hablando disparates, ni me estoy inventando las cosas (…) La gran mayoría de medios de comunicación de este país no han querido publicar esto como es; terminan tergiversando las cosas quizá por la connotación del caso. Lo único que le pido a los organismos internacionales es que publiquen mi situación para tener las garantías de protección para mi vida y la de mi familia, porque si no me van a asesinar como ya ha sucedido con otros testigos que han acusado a Álvaro Uribe como conformador de grupo paramilitares”, agrega Meneses.