“En Bogotá habrá pronto un Chinatown” dijo en el 2019 un conferencista chino durante una Macrorrueda de negocios en Shanghái en la que Colombia tuvo una fuerte participación. Para ese entonces, los inversionistas chinos parecían tener clara la intención de su gobierno por adentrarse cada vez más en Colombia, aprovechando el cumplimiento de 40 años de una amistad en la que el comercio ha sido la carta de presentación siempre.
Con las chequeras listas, miles de ciudadanos chinos han llegado a Bogotá en los últimos años para establecerse en el país al que ven con grandes proyecciones de crecimiento. La ilusión de su propio barrio en la capital colombiana fue reafirmada por Kenny Tsui, un chino nacido en Puerto Colombia y considerado el ‘papá de los chinos’ y presidente de esta colonia en el país. Tsui, dueño de Cooking Taichi, uno de los al menos 50 de restaurantes chinos en la capital, dice que en Colombia no hay más de 30.000 paisanos, una modesta cifra en comparación a la colonia china de Peru y Panama.
Pero, sin dejarse amedrentar por lo que fueron jornadas de protestas en contra de los chinos en lugares como San Victorino en el 2018 y 2019, esta colonia se encuentra con un crecimiento más fuerte que nunca. El homicidio de Li Jlan Ping, un ciudadano chino residente en Bogotá, el pasado 2 de enero del 2018, en el barrio León XIII de Soacha tampoco frenó sus ganas de establecerse.
Terminaba el 2019 cuando, por primera vez China llegó a Colombia con proyectos mineros en Buriticá, Antioquia y se encargaban de construir la primera línea del metro de Bogotá, lo que se calcula que traerá algunas centenas de ciudadanos a residir permanentemente en Colombia. Hoy, Kenny Tsui habla de construir un centro comercial llamado Chinatown que será la semilla para un barrio donde vivirán miles de ciudadanos chinos en Bogotá.
Aunque aún no se sabe la ubicación exacta de dicho proyecto, la embajada y el consulado del gigante asiático en Colombia, ubicada en la calle 100 con carrera 15, tiene al menos 80 funcionarios y posiciona dicho sector de la ciudad como un punto de referencia para la comunidad.
El casino Marco Polo, ubicado a menos de 3 cuadras de dicho lugar está lejos de ser el único en Bogotá donde se juega Pai Gow, el juego de poker tradicional de los chinos al que le suelen invertir tiempo y dinero cada semana pues se considera una práctica muy común en los adultos de dicho país.