Una tarde de sábado hace 20 años se emitió en Colombia el capítulo que rompió la ilusión de que Los Simpson serían para siempre la mejor serie de televisión.
“Fox se convirtió en canal porno tan gradualmente que no me di cuenta”, se quejaba Marge en uno de los capítulos viejos. Los seguidores de la serie no pudieron decir lo mismo porque la serie cambió de una manera tan abrupta que no fue difícil notarlo.
Durante mucho tiempo, Los Simpson fueron una serie que nunca se equivocaba: cada capítulo parecía ser mejor que el anterior. En Colombia se emitió desde enero de 1992 los sábados a las 7:30 p. m. en Canal UNO: una cita que no podía dejarse de cumplir porque en esa época Inravisión no permitía que se emitiera contenidos en repetición.
A mediados de 1998 Caracol los trasteó a su propio canal para emitirlos después de su noticiero del sábado a mediodía. En ese momento nadie se hubiera atrevido a decir que Los Simpson se volvieron malos, pero la cita semanal ya habían empezado a perder algo de su mística: los episodios sobresalientes escaseaban y ya era posible verlos en otros canales por cable.
Ese cambio de canal coincidió con una época donde la serie tuvo demasiados episodios no muy memorables: el equipo creativo de los Simpson sintió que debía innovar y a comienzos del año 2000 declararon públicamente el deseo de desarrollar algunos personajes, y lo primero que decidieron fue matar a la esposa de Flanders.
En Estados Unidos hubo campaña de expectativa sobre cuál personaje iba a morir, pero en Colombia (dado que se emitían los capítulos con meses de retraso) ya sabíamos con antelación que Flanders iba a quedar viudo. Ese spoiler no nos hizo perder de nada: fue un episodio que a pesar de la expectativa no tuvo ningún impacto importante en la serie.
Llegó el año 2001 y Los Simpson seguían desmejorando tan gradualmente que aún no nos dábamos cuenta, aunque una tarde de septiembre se emitió el episodio que sí acabó con esa ilusión: 'Amenaza informática' o 'The Computer Wore Menace Shoes', el sexto capítulo de la temporada 12.
Ese nombre no le dice nada a nadie, pero es fácil de recordar: es el episodio en el que Homero se convierte en el Señor X. Algunos se preguntarán cómo pudo ser tan decepcionante un capítulo donde aparece lo mejor de Homero Simpson.
La trama arranca con Homero frente a la entrada de la Planta Nuclear gritando para que lo dejen entrar a trabajar. En ese momento pasan Carl y Lenny, quienes le cuentan que Burns dio el día libre y que a ellos si les habían avisado con el novedoso correo electrónico. Ante las burlas de sus compañeros, Homero decide comprar un computador.
Así empieza la historia de una de las actuaciones más memorables de Homero, donde deja de ser un usuario novato de computador para convertirse en un exitoso periodista digital, pasando por las situaciones más cómicas que había tenido la serie en varias temporadas. Fueron 14 minutos donde sentimos que Los Simpson habían vuelto a su antiguo nivel de excelencia.
La crítica social en esa primer parte del capítulo fue tan acertada que aún 20 años después tiene vigencia: Los Simpson habían predicho las fake news, la pérdida de influencia de los medios tradicionales y mostraron cómo la gente hace cualquier cosa para cautivar a una audiencia en internet mucho antes de que nos imagináramos lo que iba a ser un influencer o una red social.
El Señor X es una de las mejores caracterizaciones de Los Simpson, pero no terminó bien: hubiera sido satisfactorio un final convencional al estilo de los capítulos viejos de la serie donde Homero aprendiese alguna lección y volviese a su vida normal, aunque no terminó así. En 8 minutos acabaron con el capítulo y más.
El equipo creativo de la serie estaba en una seria crisis de confianza con su propio material y decidió experimentar metiéndole más historias a un capítulo que no necesitaba nada más. Con la excusa de hacerle un homenaje a un programa de televisión antiguo y del que pocos habían escuchado en esa época (El prisionero, transmitidos 32 años antes en Inglaterra), los creativos embarcaron a sus personajes en una de las aventuras más ridículas que se habían visto en la serie: Homero siendo llevado a una isla secreta para mantenerlo drogado mientras su familia convivía con un “gemelo” que ocupaba su lugar.
A medida que va terminando el episodio crecía el desconcierto: cuando parecía que la serie retomaba su antigua calidad con el mítico Señor X, la historia se descarriló estrepitosamente para caer en un vacío. Los escritores de Los Simpson le dieron un final absurdo y sin sentido: no se sabe si es peor el “gemelo” alemán de Homero o el hecho de que tuviesen al Homero real secuestrado para mantener un secreto que ya había divulgado en internet.
Cuando aparecieron los créditos finales los espectadores sufrimos una revelación al estilo del despertar de Neo en la Matrix: súbitamente, nos dimos cuenta de que Los Simpson habían dejado de ser buenos.