De nuevo se escucha próxima la inesperada llegada del trágico Glifosato, amenazando con su ostentosa voz, a los ya intranquilos pobladores de nuestro esquilmado país. Habíamos pensado que con su tormentoso historial había sido suficiente para no volver. Pero no, parece que sus viejos y ruidosos encantos neoliberales fueran de vieja data por estas tierras, donde ya se encuentra el fulgor de su estruendosa voz saludando a un pueblo que le suplica amargamente: “No nos traigas más enfermedades y muerte, no más cáncer, no más engaños”.
El Glifosato siempre ha sido un tema complejo, polémico y, además, mentiroso, pues no se encuentra solo para la eliminación de las malas hierbas, que juegan de maleza, a dosis de tres litros al 1%. No, va siempre acompañado de tres eslcoltas, en calidad de solventes: 1°, la Polioxietilamina o POEA, elemento muy tóxico y conocido cancerígeno, 2°, El Cosmoflux 411f y 3°, El Cosmoín D. Esta es la mezcla que recibe el nombre de Roundup. Estos supuestos solventes potencian 4 a 6 veces la acción tóxica del Glifosato al abrir los poros de la cutícula de la hoja y de los frutos, así como de la epidermis de la piel humana. Esta es la fórmula para eliminar las malas hierbas en los cultivos lícitos.
Dado que los cultivos ilícitos, como la Coca, la Marihuana y la Amapola, no son hierbas sino arbustos, en los que el Roundup carece de la fuerza para eliminarlos. Esa es la razón por la cual se acude a escondidas a los fuertes desfoliantes que se le agregan al Roundup, como el Imazapir, Harlon-4, y Hexacinona, continuando con el Glifosato a dosis hasta de 60 lts. al 44%, más el Fusarium Oxisporum, traído a Colombia desde EE.UU, por David Sand, aduciendo ser miembro de la Junta Directiva del Plan Colombia y productor del hongo, que supuestamente mataba los cultivos de Coca, pero sin prueba de ello, ni sus efectos en la salud. Así ordenaron su aplicación los presidentes Pastrana y Uribe, con los desastrosos resultados en los cultivos de arroz, palma, borojó, etc.
Estudios realizados sobre esta macabra fórmula, han determinado que por cada 100 hts, sólo se destruye del 5 al 15%, como si sólo se usara el 10%, porque el resto se lo lleva el viento para afectar otras áreas, contaminando las aguas, el fitoplanton e interrumpiendo la cadena trófica y esterilizando los suelos. El ganado al consumir ese pasto, su esencia la transmite a la leche que toma la madre y el niño. Esta es la razón por la cual los herbicidas inducen impactos ambientales, sociales, económicos y políticos, sin llegar a afectar el negocio de la droga. De igual manera, el Glifosato inhibe la síntesis de aminoácidos esenciales, cual es el caso del Triptófano, la Fenilalanina y la Tirosina, según lo afirmado por el notable fisiólogo de las plantas Willians G.H. y cols. Pero estos tres aminoácidos hacen parte de la cadena de 129 aminoácidos de la enzima Lisozima, de suma importancia en la defensa contra el cáncer exógeno y endógeno. Por otra parte, el Glifosato desplaza en el Ciclo de Krebs la vitamina B2, en forma de FAD (Flavín-adenín dinucleótido), a nivel del ácido Succínico, en ambos ciclos. De esa manera, se produce una significativa reducción en la generación de energía en la mitocondria.
Esta deficiencia energética debilita el sistema inmunitario, que a su vez altera la bomba de Na/KATPasa; bomba esta que es energeticodependiente. En ese momento se rompe el equilibrio funcional del tejido lesionado para producir un Edema Intra y Extracelular Sistémico, liberando Radicales libres y otros factores tóxicos. Al extenderse este evento oxidativo al endotelio, va a determinar una Disfunción Endotelial, en el que el proceso patógeno se hace irreversible con cambios funcionales en los mismos, con formación de tejido fibroso. Como sucede en todo proceso inflamatorio, se altera la permeabilidad con marginación y transmigración celular a través del endotelio y migración quimiotáctica. Esas alteraciones en la permeabilidad vascular, con entrada de fluidos, solutos y células al área de la lesión, lleva a perturbaciones metabólicas que determinan modificaciones estructurales irreversibles en el tejido lesionado, con cambios funcionales en el mismo, además de edema en los tejidos. Ello va a dar lugar a una piel grasosa y cuero cabelludo brillante.
En el desarrollo de estos mecanismos participan diversos tipos de células, y en las reacciones de la Inflamación Crónica Sistémica se eliminan varios elementos como los Radicales libres, las citoquinas recombinantes, factores de crecimiento derivados de las plaquetas, etc. Estos factores van acumulando lentamente lesiones en los sistemas biológicos de las células, proteínas, fosfolípidos de las membranas celulares, ácidos nucleicos, colesterol, etc. Promueven, además, enlaces cruzados con grupos sulfhidrilos de algunos aminoácidos. Por acción de la proliferación de algunos fibroblastos y entre ellas, las citoquinas fibrogénicas que van instaurando fibrosis, esclerosis y angiogénesis, como se observa en la arterioesclerosis. Además, los Radicales libres activan la enzima con grupos sulfhidrilos (SH+HS), que contiene la Lisozima, pero inactivan la Insulina. La primera es básica para la activación del Gen Supresor o Antioncogén, mientras la segunda se inactiva para generar la Diabetes-2.
La Lisozima es una enzima básica, electropositiva, constituida por una cadena polipectídica de 129 aminoácidos, ocho de los cuales son moléculas de cisteína, que por acción de 4 Radicales libres se forman cuatro puentes de Disulfuro de cistina. Estos le imprimen consistencia a la molécula enzimática, manteniéndola plegada. Para su síntesis, la Lisozima es exigente, requiriendo una alimentación balanceada. Cerca del 40% de la cadena polipeptídica tiene forma de segmentos alfahelicoidales, dibujando una hendidura a un lado de la molécula, que constituye el sitio activo de la enzima. Su estructura alfahelicoidal es mantenida por enlaces de H entre un grupo amida situado en cierta posición y un grupo carboxilo (C0), situado por arriba o por debajo. Un Radical hidroxilo OH- rompe ese enlace al reaccionar con el H, para formar agua, al tiempo que la enzima se desnaturaliza. Por ello, como antioxidante, la Lisozima protege al organismo de las enfermedades no transmisibles, entre ellas el cáncer endógeno y el exógeno o viral, que es electronegativo. Finalmente, esta enzima activa al Gen Supresor para inducirlo a ordenar al Ribosoma a generar la proteína supresora. Normalmente el organismo sintetiza la Lisozima en casi todos los órganos. Sin embargo, su síntesis disminuye por la acción de los mismos factores generadores de las Enfermedades no Transmisibles. Al disminuir su síntesis, se reduce o deja de activarse el gen Supresor.
La malignidad producida por esta vía, es lo que se denomina Oncogénesis endógena o Celular, a diferencia de la exógena o Viral que ocurre cuando al protooncogén se integra por mutagénesis insercional un virus oncógeno DNA de carga eléctrica negativa, con mutación de un Fibroblasto. Cuando este virus no se integra al DNA nuclear, da lugar entonces a la papilomatosis laríngea u otra lesión latente en el soma del núcleo. Desde luego, para que esa integración del virus del Papiloma DNA logre efectuarse, se requiere que exista una predisposición ofrecida por una deficiencia inmunológica surgida de la Inflamación Crónica Sistémica, con una muy baja generación de Lisozima. Bien se sabe que el virus del papiloma no se localiza en el citoplasma de la célula, sino en el núcleo, donde establece una convivencia simbiótica del virus con la célula, con un manifiesto incremento en su metabolismo y su multiplicación.