El golf es un deporte elitista. Es un deporte para ricos. Todo lo que rodea este deporte es muy costoso: el equipo de palos con los que se le pega a las bolas valen mucho dinero, también las bolas son costosas y ni hablar del alquiler del campo de golf donde una jornada, por persona, fácilmente puede costar lo que vale un mes en un buen gimnasio o ser socio de un club de esos donde la membresía mensual puede costar lo que vale todo el año del mismo gimnasio. Por estas razones y otras tantas es que el golf es un deporte que los pobres no jugamos ni nos interesa jugar.
Pero aun así, si usted no tiene muchos millones en el banco ni tiene un apellido de abolengo y desea saber qué se siente pegarle a esa pelotica hecha de poliuretano para meterla en 18 huequitos, que llaman hoyos, entonces tiene que saber que, a mucho pesar de los multimillonarios que ven en el golf y el polo deportes exclusivos para ellos y sus descendientes, en el corazón de Bogotá hay un lugar donde puede divertirse jugando golf a precios muy cómodos porque es una cancha de golf pública.
Esta cancha queda en el Centro de alto rendimiento, ubicada en el salitre, frente al parque Metropolitano Simón Bolívar y la administra la Federación Colombiana de Golf. Allí hay un campo de práctica, zonas de juego corto, putting greens,campo de golf con 9 hoyos. El alquiler de la cancha vale 15.000 pesos y una canasta con 50 bolas vale 10.000 pesos . Lo único que tiene que llevar son sus propios palos. Y tranquilo, en este lugar público no le exigen que se vista de una manera ridícula y costosa para poder pasarla bien. A diferencia de los costosos campos de golf de los clubes arribistas, en esta cancha no puede beberse una botella de whisky mientras cierra negocios.