La última movida de Carlos Camargo fue ganar el pulso en la puja interna alrededor de su nombre en Cambio Radical. Los Char apoyaban inicialmente a Elizabeth Martinez, la candidata del Ministro del trabajo Ángel Custiodio Cabrera, que entró al Gobierno como cuota del partido, junto con el ministro de salud, Fernando Ruiz, en la ultima negociación de Germán Vargas Lleras para entrar a formar parte de la coalición de gobierno. Sin embargo los barranquilleros le quitaron su respaldo, con lo cual Martínez renunció a su aspiración.
El apoyo del partido se lo llevó Camargo, que ya había logrado el guiño de Germán Vargas Lleras. Todo se dio en la mañana de este lunes 10 de agosto, cuando el cordobés cantó privadamente victoria por haber logrado el apoyo de todos los partidos de la coalición de gobierno, más los liberales.
Sin embargo con el desajuste de la terna entró a jugar el nombre del abogado Luis Andrés Fajardo, el último en llegar por decisión del Presidente; magistrado auxiliar de la Corte Constitucional y con mucha mayor experiencia que los otros dos ternados en Derechos humanos. Para completar, igual que Camargo, es exalumno del alma mater del Presidente, la U Sergio Arboleda.
Pero si los acuerdos políticos se cumplen Carlos Camargo tiene el camino despejado para la votación de este viernes en la Cámara. Para empezar, está casado con María Paulina Pineda, la hija de la senadora conservadora Nohra García de Pineda, que en su momento fue la mentora del hoy congresista David Barguil, que aunque ya tiene vuelo, mantienen sus vínculos con el núcleo familiar. A esto se suma que Barguil Assis es primo por el Assis, del candidato a la Defensoría.
De tiempo atrás, y desde que se iniciaron como representantes a la Cámara, David Barguil ha operado en llave con el liberal Simón Gaviria en distintas oportunidades y esta vez lo volvieron a hacer para apoyar a Camargo. El hijo del director del partido, César Gaviria, movió el respaldo liberal.
Gaviria no ha sido ajeno al tema de la Defensoría del pueblo y como presidente de la Cámara jugó duro en la elección en su momento de Jorge Armando Otálora que debió renunciar al cargo, forzado por el escándalo mediático que generó la publicación de unas fotografías impropias enviadas a través de su celular que terminaron en denuncias de acoso sexual por parte de una subalterna. Otálora quedó exento de cargos y ahora aspira a que la Corte Suprema de Justicia lo terne para la Procuraduría.
El ya casi próximo Defensor del pueblo ha cosechado amistades políticas y apoyos en su recorrido por distintos cargos, que le facilitan el camino para que su elección fluya fácil en la Cámara de Representantes, presidida además por un copartidario suyo, Germán Blanco.
Egresado, como el Presidente Duque, de la Universidad Sergio Arboleda, llegó al primer cargo de importancia, la secretaría general de la Registraduría de la mano del rector de su alma mater, Rodrigo Noguera, producto de un acuerdo político con el entonces cabeza de la entidad, Carlos Ariel Sánchez. Noguera actúa como un cercano al Centro Democrático y la universidad ha operado como una suerte de centro de pensamiento del Uribismo que ahora, con la llegada de su exalumno a la Casa de Nariño, el poder de este claustro es cada día mayor.
De la Registraduría, Camargo continuó su ascenso en el poder. Llegó al Consejo Electoral gracias a su suegra, la senadora Nohra García, que había hecho una alianza con el Centro Democrático para poner magistrado, lo que le abrió las reglas de paridad de esa corporación.
Los conservadores de Córdoba con Nohra García y David Barguil a la cabeza apoyaron la candidatura de Óscar Iván Zuluaga.
Camargo supo moverse y aunque tuvo en sus manos distintas investigaciones electorales con impacto político local, será recordado por su ponencia con la que fue absuelto Oscar Iván Zuluaga de la acusación de una presunta financiación de su campaña presidencial como candidato del Centro Democrático con dineros de Oderbrecht, vía el pago de la asesoría del publicista brasilero Duda Mendoça. La decisión del Consejo Electoral fue cuestionada por el fiscal Néstor Humberto Martínez y el Procurador Fernando Carrillo.
Una semana después de la absolución de Zuluaga, renunció Camargo al cargo de magistrado del Consejo Electoral y entró a reemplazarlo, según lo pactado, Gloria Inés Gómez en representación del Centro Democrático. Todo estaba calculado además para no inhabilitar a su suegra, Nohra García de Pineda.
Actuaciones como ésta, le han ido dejando réditos políticos que le serán útiles el próximo viernes a la hora de votar los representantes y elegir al nuevo Defensor del pueblo.
El siguiente paso fue la presidencia de la Federación de Departamentos, un cargo eminentemente político. Aquí puso a prueba nuevamente su cosecha de apoyos y esta vez con un poderoso padrino detrás: su buen amigo, egresado también de la Sergio Arboleda, el Presidente Duque. Logró imponerse a un duro contrincante, el expresidente del Senado Mauricio Lizcano, que contaba con el respaldo de Germán Vargas Lleras.
Estando en el cargo, aspiró a ser Registrador en medio de denuncias de contratos para garantizar los votos en el Consejo de Estado lo que produjo su renuncia abrupta a esa aspiración.
Su aspiración a la Defensoría del pueblo ha estado dinamitada desde distintos flancos por su carencia de experiencia en temas de derechos humanos, con intervenciones públicas hasta del director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, que manifestó en Twitter sus reservas por la terna a la Defensoría del Pueblo.
Negret acercó a la @DefensoriaCol a las comunidades más remotas y deja una entidad con credibilidad.
Es decepcionante que ninguno de los ternados por @IvanDuque tenga experiencia en DDHH.
Esperamos poder trabajar con el nuevo defensor. Hay demasiado en juego para los DDHH.
— José Miguel Vivanco (@JMVivancoHRW) August 8, 2020
Camargo recibe a Defensoría en un punto alto tras la gestión de Carlos Negret que logró posicionar el cargo con un trabajo volcado a las regiones y de acompañamiento a las organizaciones sociales que se le reconoce. Pero además dejó una sólida sede para estrenar.
