Ramón Jesurún volvió a ser noticia y no precisamente por algo de lo que se deba sentir orgulloso. Después de la final de la Copa América entre la selección Colombia y Argentina, al intentar ingresar a la ceremonia de premiación, protagonizó un hecho bastante bochornoso junto a su hijo, Ramón Jamil, en el interior del Estadio Hard Rock. Ambos fueron detenidos por "agredir a un oficial de policía" y, aunque en las imágenes de redes sociales no se ve al presidente de la Federación Colombiana de Fútbol irse en contra de la autoridad, lo único cierto es que terminó vestido como un reo y declarando frente a una jueza.
Para quienes le lavan la cara a Ramón Jesurun (y su hijo) diciendo que anularon cargos y que fue un mal entendido:
— Paolo Arenas (@PaoloArenas) July 16, 2024
El reporte policial habla de estrangulamiento y patada en la cabeza a agente (hospitalizado) + agresión a una mujer (policía).
Pagaron fianza; los cargos siguen. pic.twitter.com/7nkPOXzWss
Inmediatamente se conocieron los hechos, los reproches al dirigente deportivo no se hicieron esperar, pues su comportamiento se sumó al de decenas de colombianos que trataron de colarse al escenario deportivo horas antes del pitazo inicial. Además, él, como una de las cabezas visibles del fútbol colombiano, era el menos indicado para terminar teniendo problemas con la justicia estadounidense, haciendo más escandaloso el altercado. Ahora, no se sabe si podrá mantener su visa para acceder al país norteamericano, situación que pone a tambalear su continuidad en la FCF, en donde ya lleva bastantes años como líder.
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Los inicios de Ramón Jesurún en el mundo del fútbol
Ramón Jesurún nació en Barranquilla, la ciudad por donde, muchos dicen, entró el fútbol a Colombia. Aun así, lejos de interesarse por el balompié, desde temprana edad su deporte favorito fue el baloncesto, practicándolo de forma aficionada mientras estudió Administración de empresas en la Universidad del Norte. Fue precisamente esa pasión por el aro y el balón lo que lo impulsó a unir el mundo empresarial con el deporte, sin saber que, con el tiempo, se iba a convertir en uno de los dirigentes deportivos más importantes del fútbol colombiano, asumiendo no solo cargos intermedios, sino presidiendo clubes e instituciones.
Su primer acercamiento al fútbol se dio después de estar algunos años rodeado de la crema y nata de Barranquilla, pues entre sus allegados se encontraban Pedro Martín Leyes y Prospero Carbonell McCausland, políticos que lo llevaron a tener posiciones de poder en la Puerta de Oro de Colombia. Sin embargo, su punto de inflexión se dio cuando conoció a Fuad Char y a Alberto Mario Pumarejo, el primero, siendo el inversor más importante del Junior de Barranquilla y, el segundo, siendo uno de los dirigentes tiburones más importantes de todos los tiempos. Ahí empezó su escuela en el fútbol, lugar en donde como pupilo supo convencer a los maestros.
Después de haber sido la mano derecha de Char en el equipo tiburón desde inicios de los años 80, y de haber aprendido lo necesario por parte de Alberto Mario, en 1996 llegó su gran oportunidad. Ese año, fue elegido como presidente del Junior de Barranquilla en reemplazo de Pedro Salcedo y, aunque su cargo como cabeza del club duró apenas 1 año, teniendo como sucesor al mismísimo Antonio Char, eso le sirvió para seguir ganando renombre en el entorno del fútbol colombiano, sobre todo porque siguió conectado con el equipo currambero en la junta directiva.
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Su llegada a la Dimayor respaldado por los equipos del FPC
Con varios años de experiencia encima y tras postularse como candidato a la presidencia de la División Mayor del Fútbol Colombiano, Ramón Jesurún se convirtió en el líder de los 36 equipos adscritos a la Dimayor en 2006, ganando por apenas 1 voto. El dirigente reemplazó al conocido Luis Bedoya, quien dejó el cargo para ser el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, un destino que auguraba lo que iba a suceder con el barranquillero años después. Según las noticias de la época, la elección del expresidente del Junior se dio gracias a un trabajo propio, que fue reconocido por los distintos presidentes de los clubes y materializado en su cargo como mandamás.
Como dirigente de la Dimayor, Jesurún logró varias inyecciones económicas de peso, como el patrocinio de Postobón a la liga local. Además, también fue el pionero de entregar los derechos de televisión del torneo a un solo canal, transmisiones que terminaron por ser dadas al recién fundado Win Sports, propiedad de los Ardila Lulle, en el año 2012. Con eso, logró que los equipos obtuvieran ganancias por partido transmitido, además de servir como una ventana para que clubes sin patrocinadores empezaran a llenar sus camisetas de logos.
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Reemplazando a Luis Bedoya como presidente de la Federación Colombiana Fútbol
La presidencia de Ramón Jesurún en la Dimayor finalizó en 2015, cuando el escándalo del ‘Fifagate’ salió a la luz. En ese momento, Luis Bedoya decidió renunciar a la Federación Colombiana de Fútbol y el barranquillero sirvió como un salvavidas mientras se hacían las elecciones correspondientes. Su tiempo como presidente interino le sirvió para atornillarse en la cabeza de la FCF, siendo elegido por la Junta Directiva en 2016 y estando en el cargo hasta el día de hoy. En su gerencia se han presentado candidaturas para torneos accesibles, como el Mundial Femenino, además de renovar contratos como el de Adidas y conseguir patrocinios como el de Interrapidísimo.
Aun así, su dirigencia no se ha salvado de los escándalos y es bien recordada la reventa de boletas en las eliminatorias rumbo al Mundial de Rusia 2018, hecho que todavía está siendo investigado por las autoridades y en el cual, según él, no tiene nada que ver. Además, también se le ha tildado de “machista” por regalarle una batería de ollas a la selección femenina finalista de la Copa Mundial sub-17 y también como “persona de bien” por su inclinación a la derecha. El dirigente ha tenido varias salidas en falso que se suman a la recién ocurrida en Estados Unidos, un hecho que puede ser el zarpazo para que su título como “dueño del fútbol colombiano” llegue a su fin.
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