Actualmente, Estamos Listas es un grupo significativo que cuenta con la representación en el Concejo de Medellín de Dora Saldarriaga. No es un movimiento político con personería por lo que no puede avalar candidatas a elecciones, recibir financiación o acogerse a las garantías otorgadas en el estatuto de la oposición, dado que los grupos significativos tienden a ser plataformas electorales sin mayor vocación de permanencia, la decisión de las mujeres que integran este movimiento resulta trascendental y sin duda será una apuesta de importancia de cara al 2022.
¿Qué se viene? A continuación, presento los que considero serán sus principales retos.
Superar el umbral
Para pasar de grupo significativo a partido político las mujeres de Estamos Listas tienen dos caminos; el primero, es el habitual y consiste en presentar una lista por firmas al Senado que supere el umbral del 3% de la votación válida; el segundo, es un poco más complejo e implica presentar una serie de listas departamentales a Cámara (también por firmas) y que la sumatoria de todos los resultados igualmente supere el umbral. La primera opción es el camino tradicional y el segundo nunca ha sido empleado por un grupo significativo porque amerita una mayor logística y recursos.
Seguramente Estamos Listas buscará presentar una lista al Senado, para lo cual deberá seguir los siguientes pasos: inscribir un comité inscriptor; asumir la póliza de seriedad y reunir mínimo 50.000 firmas. Si la Registraduría avala las firmas el movimiento se convertiría en una opción en el tarjetón del 2022 y tendría que superar cerca de 500.000 votos (en 2018 el umbral fue de 420.000 votos) y así obtendría la personería jurídica ingresando, al menos, tres senadoras (ya sea en una lista cerrada o abierta). El último grupo significativo que se convirtió en partido fue el movimiento Colombia Justa Libres que en 2018 alcanzó 430.000 votos con una lista cerrada al Senado.
¿Y no se podría integrar a una lista en coalición?
En principio, la constitución contempla la posibilidad de que los partidos que sumados hayan obtenido una votación de hasta el 15% de los votos válidos en la respectiva circunscripción puedan armar listas en coalición. Esa posibilidad se estrenó en 2018 con la lista de la Decencia que posibilitó que la UP, MAIS y ASI conservaran la personería jurídica sin necesidad de superar por cuenta propia el umbral; sin embargo, esa opción solo aplica para partidos que ya tengan la personería y ese fue uno de los argumentos que esgrimió el Consejo Nacional Electoral para negarle a Colombia Humana su tránsito a partido político (aunque se debe tener presente que Petro no presentó una lista propia al Senado). Desde esa óptica, Estamos Listas no podría integrarse a una lista en coalición y debería superar el umbral. En las elecciones locales del 2019 el movimiento alcanzó 28.070 votos, suficientes para ingresar un escaño al Concejo y equivalentes al 3.77% de la votación total.
Lograr alcance nacional
Para superar el umbral y multiplicar por 20 la votación que se logró en Medellín, Estamos Listas deberá diseñar una estrategia que extienda los círculos de confianza a todo el país y dinamice una plataforma de confluencia en los principales centros electorales, es decir, las ciudades capitales e intermedias (sin descuidar un enfoque a la mujer rural). Esto es algo que exige mucha articulación y sintonía con el proyecto de tránsito a partido; asimismo, demanda propiciar liderazgos locales y generar espacios de opinión que permitan ampliar la visibilidad del movimiento. Contar con una candidata propia a la presidencia también resulta estratégico en clave de posicionar en la opinión nacional la lista al Senado y las departamentales a Cámara (en caso de que las presenten).
Sin duda, Estamos Listas tiene todas las posibilidades de convertirse en un fenómeno de opinión y replicar a escala nacional lo que se alcanzó en Medellín en 2019. No obstante, el reto es mayúsculo e implica un despliegue territorial muy retador para un movimiento sui generis que se ha caracterizado por su sentido de unidad, pero que cuantitativamente se siente pequeño y concentrado en Antioquia. Llegar al Congreso por una lista por firmas supone activar recursos humanos, logísticos, territoriales y financieros que el movimiento no tiene. El mayor reto se encuentra en generar esas condiciones en los próximos diez meses.
¿Qué se viene?
Seguro mucho trabajo en redes y en espacios de opinión. Estamos Listas se mueve en los avatares de la opinión y no en las dinámicas de la política tradicional. Para la muestra, en Medellín no tienen injerencia burocrática en ninguna dependencia (ni siquiera en la Secretaría de las Mujeres); en el debate al plan de desarrollo su concejala libró un pulso para que se incrementara el presupuesto de algunas secretarias claves; en julio del 2020 se retiró de la coalición gobiernista de Quintero y asumió una declaratoria de independencia. Pero el movimiento va más allá del concejo y ha trascendido en estrategias como Buscarlas hasta encontrarlas, con las cuales visibilizan y le exigen a las autoridades celeridad ante casos de mujeres desaparecidas. El papel de Estamos Listas en la política paisa es invaluable y a nivel nacional seguro será más importante. El camino que se avecina para lograrlo será largo y complejo. Espero que el sentido de unidad y la búha sabía que las orienta las lleve a tomar las mejores decisiones.
Por el momento, no dudo que al país le haría mucho bien que lograran su objetivo.