James Rodríguez está dispuesto a todo con tal de revertir una temporada que luce infernal, la peor desde que debutó en el profesionalismo con el Envigado en el 2006. Es que, con la salida de Carlo Ancelotti del club inglés, se quedó con su principal apoyo. Además las directivas le dieron un duro golpe al contratar a un técnico que confía tan poco en él como es Rafael Benítez.
El español y el colombiano tuvieron una historia complicadísima en el Madrid. El 10 venía siendo titular y figura del club merengue hasta que en el 2015 llegó el español y lo sentó. Las relaciones quedaron rotas y cinco años después de lo que pasó vuelven a tener un round cuando Ancelotti se fue a reemplazar a Zidane en el Madrid, y Everton escogió a Benítez.
James intentó salir del Everton en el mercado de verano pero, aunque hubo acercamientos del Milan, no hubo nunca una oferta concreta. Además James insiste en no dejarse bajar el sueldo. A sus 30 años necesita asegurar un cupo en la selección Colombia. Es que perderse el mundial sería un golpe fulminante para un jugador que apenas tiene 30 años y que, hasta hace unas pocas temporadas, pertenecía a la élite del fútbol mundial.
Sin embargo él se conectó con su realidad y, consciente de los retos que se le vienen encima, se puso a entrenar con la intensidad propia de un jugador de su sueldo y target. El entrenador abordó una pregunta que le hicieron en la rueda de prensa donde fue protagonista sobre el colombiano de esta manera: "Está entrenando, pero estas semanas en las que jugamos y tenemos un día de descanso son difíciles de evaluar. Ya veremos mañana, pero está entrenando con normalidad junto al equipo".
Ojalá James pueda convencer al español y volver a brillar para el bien suyo y de la selección misma.