Jessy Quintero era una de las mejores amigas de Luis Andrés Colmenares. Ambos eran unos nerdos de notas ejemplares. Todo cambió en la fiesta de Halloween del 2010. Ese 31 de octubre Luis Andrés Colmenares en un caso que aunque la justicia dio su veredicto sigue siendo un misterio, murió después de caer a un canal en el parque el Virrey al norte de Bogotá. A partir de ese momento la vida de las tres familias, la de Laura Moreno, la de Jessy Quintero, y la de Luis Andrés Colmenares, entró en un tobogán de desilusión y tristeza.
El único consuelo lo recibieron el 2 de ferbrero del 2017. Ese día ni Orlando Quintero, el papá de Jessy, ni su familia, durmieron esperando el fallo de una juez que podría acabar con el suplicio de su hija. Cuando se enteraron por las noticias que había sido absuelta, tardaron un momento en entender que parte de la pesadilla había terminado.
Jessy de un momento a otro nunca más volvió a sacar a su perro al parque. Después de haber sido absuelta se fueron a un restaurante. Intentaron pasar desapercibidos pero unos señores que estaban sentados al lado de su mesa estallaron y empezaron a gritarle que ella y su familia eran unos asesinos. Tuvieron que irse huyendo por temor de ser linchados.
A pesar de los problemas Jessy Quintero se graduó en el 2015 como ingeniera mecánica en la Universidad de los Andes. Con la Familia de Luis Andrés nunca volvieron a hablar a pesar de que eran tan amigos y de que ella, según el papá de Jessy, les dio las condolencias y la cara a los Colmenares. Jessy, cuando pudo hacerlo, en el 2019, viajó al extranjero en donde vive. Allí tiene el consuelo de no ser reconocida pero, también, tiene la tristeza de no poder regresar a Colombia. El exilio puede ser un castigo muy duro para que el que no cometió ningún crimen.