“Poder ver a un puñado de personas que tenían un arma en sus manos y ahora están apostándole con el café a construir una nueva vida es nuestra esperanza”. Ese es el relato de Mario Rodríguez, excombatiente de las Farc, que desde hace tres años está dedicado a la siembra del café en el norte del Cauca.
Aprender una nueva actividad y aventurarse a montar su propio negocio tal vez ha sido uno de sus retos más grandes. Sin embargo, gracias al empeño, disciplina y al estudio del mercado, ávido de nuevos aromas y precios competitivos, hoy no solo tiene éxito con sus cosechas, sino además entró en la lista de los exportadores del grano.
“Construir paz es entender que nuestra posición política o ideológica tiene que estar por encima de la vida, y esto no implica que no podamos entendernos y respetarnos”, cuenta Mario.
Pero su apuesta va mucho más allá del beneficio para una sola región, por ello ha logrado articular diferentes cooperativas productoras de café, lideradas por excombatientes y comunidades víctimas del conflicto, que se unen con el objetivo de acceder a mercados internacionales.
La Fundación Compaz, en alianza con Ideas para la Paz, compartió con los caficultores los análisis de las nuevas iniciativas para estimularlos a crear distintos sistemas de comercialización. Así fue como organizaron la Mesa Nacional de Café para articularse en forma eficiente con otras productoras del grano.
“Hemos logrado procesos de formación con los reincorporados, logrado exportación, hemos conseguido ganar premios y reconocimientos por la calidad del café que sale de la mesa”, dijo Antonio Pardo, coordinador de la Mesa Nacional del Café.
Esta iniciativa, además de ser un ejemplo de la reinserción económica de los excombatientes, jalona el desarrollo de una región duramente golpeada por la violencia, por lo que hace parte de las iniciativas que la Fundación Compaz ha focalizado para aprender de los avances que estas apuestas productivas han tenido y poder compartirlos como aprendizajes que ayuden a crecer otros emprendimientos.
En total son 35 asociaciones de víctimas y excombatientes, entre ellas la de Mario, llamada Café Espíritu de Paz, sabor de esperanza. La meta común es exportar 10 millones de kilos de café el próximo año.