El pasado 24 de noviembre, Las 2 Orillas publicó un artículo muy interesante titulado El cacique paisa que creció a Daniel Quintero. En lo personal, al igual que a varios amigos con quienes lo compartí, me gustó mucho.
Aunque el titular es llamativo y pudiera parecer escandaloso, por aquello de “cacique”, que no necesariamente y en la connotación política sea positivo, el desarrollo da pistas muy claras del talante de su protagonista. Que no, no es el alcalde de Medellín Daniel Quintero.
Unas pistas que el mismo artículo da:
- El protagonista fue diputado de Antioquia, representante a la Cámara (dos veces) y actualmente es senador (cargo en el que aspira quedarse y seguro será así, en las elecciones del 13 de marzo próximo).
- Dedicado a los temas de tecnología, fue el ponente de la Ley que creó el Ministerio de Ciencia.
- Ayudó a Quintero a aterrizar en Medellín, teniendo en cuenta que en esta ciudad está su base y cuenta con una buena estructura electoral.
- Su voz pesa en las directivas del partido Liberal.
- Con su apoyo y trabajo duro, Medellín se convirtió en distrito especial de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Este protagonista es claro que trabaja. Su recorrido político lo evidencia. Además, se nota que sabe lo que hace y hace lo que sabe. Tiene claro que la ciencia y la tecnología son el camino y que allí hay oportunidades para que los jóvenes potencien sus capacidades y se conviertan en personas útiles para la sociedad.
Aparte de crear el Ministerio de Ciencia, también es el autor de la Ley Spin Off, de la gratuidad en la educación, de la Ley contra el bullying y el matoneo, de la amnistía a las multas de tránsito y está a punto de lograr la aprobación de la ley para proteger nuestras cavernas. Y esto solo por mencionar algunos de sus logros más importantes.
Qué maravilloso tener políticos que sepan y que hagan. Políticos que se hagan elegir y cumplan. Políticos estudiosos y dedicados a brindar soluciones. Políticos buenos. Sí, suena raro decirlo, pero que los hay los hay y este es un buen ejemplo.
Yo no tengo clara la intención, pero sí me queda claro que más allá de llamar la atención a su cercanía con Quintero, lo cual en ningún caso pudiera considerarse malo, nos dejaron el semblante de una buena persona y que tiene más que algunos cargos en la administración para mostrar. (No olvidemos que se gobierna con los amigos).
Ah, y antes de que se me olvide, es claro que hablo del senador antioqueño Iván Darío Agudelo Zapata.