Los atributos que tiene el cacao colombiano se deben a la altitud, el clima y el suelo en donde crece su árbol. Santander, Arauca y Tumaco son los municipios de donde viene el mejor grano de Colombia, y uno de los mejores del mundo, según la Organización Internacional de Cacao (ICCO, por sus siglas en inglés) que le dio la clasificación de cacao fino y de aroma.
Esto le abre a Colombia un mercado importante, teniendo en cuenta que Costa de Marfil y Ghana abastecen el 92 % del cacao que se consume en el mundo. La ventaja que puede aprovechar ahora Colombia es que el grano africano es híbrido y su sabor muy simple. Con esto a su favor Lök Foods, empresa colombiana encargada de distribuir el cacao colombiano, empieza a posicionarse con fuerza en el mundo.
Compañías nacionales empiezan a mezclar el cacao puro en sus elaboraciones, acercándose a un producto orgánico, artesanal, sin adición de azúcar ni de lácteos, que termina por sobreponerse a la producción de chocolate industrial. Así mismo, Pierre Marcolini, uno de los mejores maestros mundiales del chocolate, ya ha puesto los ojos en el cacao colombiano y está empezando a incluirlo en sus recetas.
El cacao colombiano quiere romper el mito de que no debe consumirse porque engorda y es malo para la salud. La verdad es que en su pureza, si se elabora orgánicamente y sin adiciones, tiene las propiedades de estabilizar la presión arterial, evitar enfermedades coronarias, bajar el colesterol malo, reducir el estrés y mejorar la función cerebral.
El cacao de la Sierra Nevada de Santa Marta
Indígenas de Colombia también empiezan a hacer carrera en este mercado. Están produciendo un chocolate amargo con un concentrado de 72 % de cacao tipo híbrido, elaborado en la Sierra Nevada de Santa Marta, que entrega al paladar una sensación de frescura aromatizante, con tintes cítricos y aromáticos. El resultado lo consiguieron los arhuacos de la región, con el apoyo de Cacao de Colombia, Cacao Hunters, USAID y ACDI VOCA.
Para el pueblo arhuaco el cacao siempre ha tenido un valor importante en su cultura, y hoy, en vista de que su cacao con sabor frutal funciona, están empezando a trabajar en un promisorio injerto de cacao blanco que dará sus primeros frutos en cuatro años.