Desde Cali hasta el Ecuador está el 65% de los laboratorios donde se procesa la coca en Colombia. En un municipio aledaño a la ciudad, como Jamundí, hay cerca de 2.000 cultivos ilícitos. Mientras el presupuesto de la ciudad es de 4.2 billones, las bandas criminales manejan 7 billones. Tienen casi el doble de plata que la alcaldía. En Cali se han asesinado cerca de 6.000 personas en cuatro años. Por eso han surgido voces radicales como la del Twittero Jaime Arizabaleta, un abogado de 32 años que tiene más de 200 mil seguidores en Twitter y que ha sido un crítico virulento, acaso salvaje, de Gustavo Petro y del actual alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina.
Abomina de sitios como el monumento de Puerto Rellena y cree que la única manera de atajar a los violentos no es con políticas sociales sino con mano dura. Por eso este precandidato del Centro Democrático quiere montar en Cali la mayor mega cárcel de América Latina. Afirma que tiene contactos con Bukele en El Salvador y que puede acceder a información con ese gobierno que le permita saber cómo se puede imitar un modelo que él considera exitoso.
Lo que llama la atención es que afirma que el actual alcalde de Cali, del que es uno de sus mayores detractores, es el “Papá de los ladrones” y que será uno de los habitantes de esta mega cárcel.
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