Cuando el alcalde Enrique Peñalosa ordenó el 28 de mayo del 2016 el desalojo de la calle del Bronx se empezó a conocer todo el horror. Desde cocodrilos, usados por bandas como los Sayayines que operaban en la zona, hasta cualquier tipo de abuso sexual a menores, se hizo evidente a los ojos de las autoridades quienes, durante años, tuvieron que ver desde afuera lo que pasaba en una cuadra de cerca de un kilómetro en donde se controlaba el expendio del bazuco, el perico y los ácidos que se consumían en Bogotá.
Seis años después el Bronx se ha convertido en un espacio amable del centro de Bogotá en donde, incluso, hay espacio para las fiestas electrónicas. Este contraste entre lo que fue y lo que es ahora, se ve en este video.
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