Entrar a una tienda que vende juguetes y ayudas sexuales ya no es tabú. Hombres y mujeres, jóvenes y viejos buscan diariamente artículos para divertirse en sus apasionadas faenas íntimas. Los sexshop pululan en Bogotá. Y no son negocios nuevos.
No hay avenida principal o barrio popular que no tenga entres sus calles tiendas sexuales. Cerca de las residencias se pueden encontrar decenas de ellos.
Le puede interesar: Los reyes de la fiesta swinger en Bogotá
Ángela trabaja en La tienda del sexo, un sex shop ubicado en la Primero de Mayo con carrera 70, muy cerca de las residencias del barrio Carvajal. La tienda es de su suegra, quien lleva en el negocio más de 20 años y quien además tiene otro local ubicado en el centro de Bogotá, en la carrera 10 con calle 21. Allí empezó.
Unas de las mejores clientas de los sex shop son las modelos webcam, trabajo que se puso en boga desde hace unos cuantos años. Ellas compran consoladores, aceites lubricantes y juguetes que ayudan a producir orgasmos para que sus clientes a través de la pantalla se exciten con su placer.
—En un buen día un sex shop se puede vender casi el millón de pesos. Antes de la pandemia era mejor. Pero ya se están normalizando las ventas—dice Ángela, la encargada de la tienda del Carvajal.
Aun cuando mujeres y hombres entran a estas tiendas casi por igual, los hombres son mejores clientes. Lo que más compran las mujeres es lencería.
Le puede interesar: Así se gana la vida una modelo webcam
–A nosotras nos encanta vernos sexy y atrevidas en la cama, recalca Ángela-, pero también compran jugueticos, aunque son un poco más recatadas a la hora de elegir. Ellas compran vibradores pequeños que puedan llevar bien disimulados en la cartera, como aquellos que parezcan labiales y que se consiguen por unos 60 mil pesos.
Los que dejan el dinero en los sex shop son los hombres. El producto que más les interesa son las pastillas o aceites que potencian la erección y otras más que retardan la eyaculación. Hay de todos los gustos y precios. Hay pastillas naturales y químicas. Los precios van desde los siete mil pesos en adelante. Las más costosas valen $30 mil.
—Y todas son buenas, dice la vendedora.
En cuanto a juguetes también son los hombres quienes hacen la mayor inversión en las tiendas sex shop. Consoladores y vibradores están siempre presentes en sus compras. Los llevan heterosexuales y parejas gays.
Pero el juguete de moda, el que más vende hoy en día este tipo de tiendas son los vibradores multiorgásmicos, aquellos que estimulan el clítoris y generan orgasmos uno tras otro. Los más vendidos son los que se manejan a través del celular. Con una aplicación conectada al sistema del juguete se puede controlar su intensidad desde largas distancias, incluso estando en países diferentes. —Estos aparaticos sexuales son muy comparados por parejas que viven lejos y quieren mantener su sexualidad activa —comenta la encargada de La tienda del sexo. El valor de estos juguetes sobrepasa los $300 mil y hay algunos que pueden costar $700 mil. La diferencia está básicamente en la marca y el tamaño del juguete.
Los demás sex shop que están sobre la Primero de Mayo, en el mismo sector, venden básicamente lo mismo y en cuanto los productos que más venden la historia se repite en la mayoría de ellos. Los hombres no dejan de compran pastillas para incrementar la potencia y las mujeres ropa para versen atrevidas e insinuantes y la mezcla entre tecnología y sexo, con los nuevos juguetes que se pueden usar con el celular son el furor en las actuales parejas que encuentran nueva forma de diversión íntima.