En la mañana del 30 de agosto del 2019, horas después de que el comandante del ejército Nicasio Martínez le informara sobre el bombardeo que terminó con la vida de Gildardo "el Cucho" el ministro Botero publicaba en su cuenta de Twitter este trino orgulloso:
En ese momento una lluvia de críticas caía sobre el gobierno por la confirmación de que Iván Márquez y Jesús Santrich habían regresado al monte para conformar una nueva guerrilla. Había desesperación para mostrar resultados. Según inteligencia del ejército, el grupo armado que comandaba Cucho, conformado por treinta personas, buscaban la manera de conectarse con la nueva guerrilla de Márquez. Por eso Iván Duque también trinó:
La operación, según el presidente, había sido implacable. En la noche del 29 de agosto empezaron a caer las primeras bombas al campamento. Ya el personero de Puerto Rico, Caquetá, Herner Carreño, había informado semanas atrás que una docena de niños habían reclutado a la brava a varios menores de edad en la zona y que estaban ahora en el campamento de Gildardo Cucho. Sin embargo, después de las bombas, un desembarco de las tropas terrestres terminó de cerrar el saldo: trece combatientes muertos. Sobre Cucho no había mucha información. Su cercanía con Márquez nunca estuvo probada aunque si estaba confirmada sus actividades delictivas como secuestro y extorsión a comerciantes de la zona.
Dos meses después, durante la moción de censura contra el ministro Guillermo Botero organizada desde el Congreso, el senador Roy Barreras mostró el informe de Medicina Legal donde se demostraba que en el campamento de Cucho estaban siete menores de edad. El escándalo que ha levantado la operación podría terminar de hundir al ya debilitado Guillermo Botero.
Además del Personero también el alcalde de San Vicente del Caguan y el Defensor del pueblo del Caquetá advirtieron sobre la presencia de niños en el campamento.
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