El 21 de mayo del 2015 la Fuerza aérea bombardeó el campamento guerrillero de Guapi, donde estaba reunida la cúpula de las Farc en el Pacífico para una jornada de pedagogía del Acuerdo de Paz. La citación la había hecho el comandante Jairo Martinez, recién llegado de La Habana. Durante 15 minutos cayeron bombas, y luego hubo un desembarco de soldados que duró 2 horas. Murieron 29 guerrilleros. Nilson Pinilla, uno de los pocos sobrevivientes, narró el horror que se vivió durante el último bombardeo a la guerrilla de las Farc.
Entre los muertos cayeron varios de los jefes guerrilleros, cuadros políticos formados en el Bloque Occidental dejando acéfalos, sin dirección frentes y columnas que operaban en Nariño y Cauca. El vacío lo ocuparon durante varios meses mandos medios sin mayor formación en un territorio donde el narcotráfico ha estado en el centro del conflicto. Durante seis meses no hubo un control, lo que permitió que los guerrilleros empoderados en la práctica tomaran control de la zona. Entre ellos estaban Fabián y Guacho, quien a sus 27 años solo había recibido órdenes superiores.
A finales del 2015 llegó Henry Castellanos, alias Romaña, para poner orden en la zona. Demasiado tarde. Los mandos medios, crecidos con el poder de las armas y el dinero de la coca no estaba dispuestos a recibir órdenes. En enero del 2016 la guerrilla del Pacífico se concentró en las zonas veredales de Ariel Aldana en La Playa en Tumaco, y La Elvira, Cauca, para iniciar la desmovilización y entrega de armas. Desde ahí se hizo patente la insubordinación.
Romaña asumió la crisis y expulsó de los campamentos sin armas ni uniformes a 73 jóvenes que salieron caminando por la carretera sin brazalete de las Farc, pero con los contactos de narcos mexicanos y del Clan del Golfo. Se adueñaron de las rutas. Entre ellos estaba Guacho.
Durante un año, Patricio Arizala hizo de las suyas y se apoderó del territorio de tal manera que acorraló al propio Romaña y lo hizo huir de la zona. Al mismo tiempo mandó a asesinar líderes como José Jair Cortés, que promovía la sustitución de cultivos.
Su rostro y su nombre salieron a la luz pública el 5 de octubre del 2017. Ese día murieron 9 campesinos en Tandil, la zona donde operan Guacho y Fabián. En un comienzo se culpó a estos dos disidentes de las Farc, y aparecieron en el mapa nacional. Al otro día se supo que los responsables habían sido los policías que estaban en la zona, pero ya los nombres de Guacho y Fabián estaban en boca de todos.
Desde ese día Guacho se convirtió en el nombre del delincuente más escuchado en el país. Ha tumbado cuatro torres de luz y se adueñó de las rutas de coca en Tumaco. Su guerra se trasladó también a Ecuador, donde explotó un carro bomba en San Lorenzo que dejó cuatro policías muertos. Allá secuestró a los tres periodistas de El Comercio, que luego asesinó en territorio colombiano. Allá fue donde el 17 de abril secuestró a otra pareja ecuatoriana.
Este es el territorio que Guacho controla, y donde se ha hecho fuerte después del bombardeo de Guapi.
