El uribismo precipitó su ofensiva política por los avances logrados en la mesa de negociación de La Habana en torno a un tema crucial: su blindaje jurídico. Es decir, lo que se firme entre la guerrilla y el gobierno no estará sometido a los vaivenes del juego de las fuerzas políticas en el país. Un paso fundamental para el proceso de paz que ya concebía el expresidente Uribe cuando resolvió llamar a la resistencia civil frente a los acuerdos.
Las Farc aceptaron apoyar el plebiscito de Santos y el gobierno aceptó “el acuerdo especial” que lleva lo firmado en La Habana a la instancia internacional de las Naciones Unidas y así formar parte del bloque constitucional. Después de este paso vendrá una cascada de avances en el combate al paramilitarismo y finalmente se acerca la firma al cese bilateral del fuego. Este es el comunicado conjunto.