De entrada aceptó la renuncia protocolaria de diez contralores delegados que trabajaron de la mano de la saliente contralora general Sandra Morelli. Tan solo dejó a una funcionaria que ya había trabajado con él en la Procuraduría, se trata de Claudia Serrano, quien seguirá como delegada anticorrupción de la Contraloría General. Algunas fuentes aseguran que los refuerzos en su mayoría llegarán de la Costa, de hecho Maya acaba de designar como su secretario privado a José Soto, oriundo del César.
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