El barco de bandera Noruega “Nordic Wolverine”, que permaneció encallado once días en Bocas de Ceniza, y que está cargado de 5.200 toneladas de productos químicos, sigue siendo un riesgo para Barranquilla.
El pasado 19 de julio el barco hizo un movimiento extraño y se salió de la ruta que lo llevaba a la entrada del puerto de Barranquilla, a donde iba a dejar el 90% de su carga. Quedó atrapado entre las rocas del sector Bocas de Ceniza.
Once días después, en una compleja operación combinada de buques de Estados Unidos, Panamá y Argentina, y bajo la coordinación de la Dimar, logró ser desencallado. El barco se averió. El casco de la nave se rompió y sus motores no encendieron. Fue remolcado 30 kilómetros al occidente, en aguas profundas, frente a las playas barranquilleras de Caño Dulce.
Pero el gran noruego tuvo un nuevo percance que lo tiene de nuevo parqueado con su pesada carga, nueve diferentes tipos de tóxicos, entre ellos propil, acetato, acrilato, ácido propiónico, propanol, soda cáustica y alcohol. Tres de ellos altamente peligrosos.
El nuevo obstáculo para poder llegar a puerto tierra firme tiene que ver con la pandemia. Tres de sus tripulantes y tres técnicos que lo desencallaron están contagiados con Covid-19. El barco entró en cuarentena, con lo cual no podrá moverse hasta que no se confirme que la tripulación esté recuperada. Más tiempo y más riesgo, explicó el capitán del puerto de Barranquilla, capitán de fragata Carlos Urbano.
El Nordic Wolverine, que mide 158 metros x 23 de ancho, deberá ser descargado antes de movilizarlo para sus reparaciones, que se harán en el astillero de Curazao. Hasta allá tendrá que ser remolcado, en un viaje que durará unos seis días.
El Capitán Urbano explicó que se están estudiando las opciones para quitarle el peso a la nave, entre ellas descarga en puerto o barco a barco. Aun cuando las acciones son controladas por expertos y organizadas por la Dimar, “siempre hay riesgos”, dice el militar.
El peligro es que en las maniobras de desembarque algunos de los peligrosos químicos caigan al mar o se derramen.
Por el momento mientras pasa la cuarentena y los tripulantes se alivian, el barco seguirá frente a las costas colombianas mientras que las autoridades marítimas estudian una solución segura para desencartarse del gigante noruego que hace más de 15 días debió llegar las islas del Caribe.
