En mi columna de hace ocho días “Defiéndase del cobro abusivo de las entidades financieras; le digo cómo” denuncié el abuso del que he sido objeto por parte del Banco Popular y su casa de cobranza, la chilena Fastco S. A., por haber servido como “referencia” de un familiar mío que es cliente suyo, y que cayó en una mala situación económica; una de esas por las que hemos pasado todos alguna vez en la vida.
La cascada de referentes abusados por todos los bancos apareció de inmediato, al igual que la respuesta del Banco Popular. Me llamó Clara Inés Cepeda, gerente de Experiencia y Cuidado del Cliente, la persona apropiada y entrenada para lidiar con la gran molestia que genera una situación de estas: querida, amable, con las palabras adecuadas y con la misión de tranquilizarme y reconocer el error del banco. Pero, como le dije enfáticamente: no es un error; es una de las prácticas abusivas en las que incurren los bancos y las casas de cobranzas que contratan, para presionar de todas las formas posibles a sus deudores, y los bancos lo saben. Estas son algunas de las relacionadas por el experto en finanzas personales y empresariales Erich Lara ([email protected]):
1) Cobrarle en forma velada a familiares y referencias de deudores.
2) Amenazar con pasar a abogado la cuenta.
3) Llamar en forma insistente.
- a) Utilizar lenguaje soez y agresivo al deudor.
- b) Acusar con insinuaciones veladas al deudor de ladrón y delincuente.
- c) Mentir al deudor sobre los derechos del deudor y el contenido de la Ley: ej.: un bien inmueble con afectación a vivienda familiar o patrimonio de familia es inembargable. El cobrador le dice que ellos la pueden embargar y rematar. Otro ej.: que la Ley de insolvencia no protege al deudor y lo "vetan" de por vida en las entidades crediticias: esto es falso.
4) Cuando ya se tiene una relación con un cobrador (quien llama), lo cambian para evitar familiaridad.
5) La casa de cobranza no se identifica de donde llama ni quién es. Solo dice que es del banco fulano, siendo falso pues son subcontratistas de ese banco.
6) Graban y escriben todas las llamadas sin autorización del deudor y si se le pregunta dice que es para "mejorar la atención al cliente". Falso es para recabar más información privada del cliente.
7) El banco entrega a las casas de cobranza su información sin autorización expresa del deudor violando la ley de habeas data.
8) Los gastos del abogado en la cobranza prejudicial son un abuso y no puede negociarlos. El abogado solo hace tres llamadas, amenaza con una demanda y cobra 20 a 30% del valor de la deuda, haciendo más difícil la situación del deudor.
Tengo el privilegio de este espacio y de trabajar en los medios de comunicación, y por eso pude denunciarlo públicamente. Sin embargo, hay miles de personas en mi misma situación, no solo soportando prácticas de cobranza rastreras, sino ilegales.
Existe el mecanismo para evitar estos abusos. Póngalo en práctica. No le dé pereza, hágalo. No les digo que se unan, porque si no se ha podido contra la corruptela política… Pero existe la forma de defenderse. No lo siga permitiendo. Haga respetar sus derechos.
Aquí la carta del Banco Popular: