Preocupados por las políticas del nuevo gobierno, que amenaza sus intereses, los banqueros de Colombia presentaron la propuesta de creación del Banco del Perdón.
De manera oportuna, pues en el país ha surgido luego de la elección presidencial un frenesí de perdón de cara al Gran Acuerdo Nacional, los banqueros se han adelantado a la posible iniciativa del gobierno y quieren que en el bolsillo del afecto de los conciudadanos haya un tributo de perdón.
En principio, habría sistemas de crédito para que cada quien compre a módicos plazos su Perdón. Las ciudades, corregimientos y veredas dispondrán de diversas sucursales y de cajeros automáticos desde donde los usuarios podrán efectuar transacciones de Perdón, ya sea mediante efectivo o a través de las tarjetas débito y/o crédito llamadas MiPerdón.
Para evitar que en la informalidad surjan vendedores ambulantes de Perdón –como los hay de minutos o de pasajes para el transporte masivo–, los bancos han acordado con el nuevo gobierno establecer puntos de venta adicionales a bancos y cajeros electrónicos; puntos de venta que, en principio, estarán localizados a la salida de bares, clínicas, iglesias, cementerios y entidades de la administración pública.
Quienes por consecuencias naturales tengan al día de hoy deudas cuantiosas de Perdón, podrán acogerse al Plan Extraordinario de Redención De Ofensas y Necedades (PERDON) por una sola vez.
Por el contrario, quienes no requieran de ninguna unidad de Perdón deberán declarar un monto por Impuesto al Perdón, cuya suma irá al Fondo del Perdón Estatal administrado en conjunto por la empresa privada y el sector público.