Está claro que ser mandatario no es nada fácil y mucho menos de una ciudad como Bogotá con innumerables problemas, y sería egoísta no admitir que la administración de Gustavo Petro ha tenido muchos aciertos en los temas humanos y sociales como lo dice el nombre de su mandato una lucha o intento de una “Bogotá Humana”.
Claro también está, que la decisión impartida por parte de la procuraduría fue realmente excesiva sobre todo por la inhabilidad por 15 años a un personaje de izquierda, que no se ha robado un peso como otros tantos y que demostró la necesidad de reformar las leyes de este país que después de este caos y esta guerra de poderes hace notable que las leyes no están hechas para ejecutarlas y cumplirlas, sino para su libre interpretación dependiendo de la posición en que se encuentren los directa o indirectamente involucrados.
Otro hecho que está claro, es que el alcalde está en todo su derecho de defender su administración y que mejor que hacerlo rodeado de quienes defienden su mandato tanto servidores públicos como sus electores, pero hay algo que no comparto además de la arrogancia de un hombre que lidera una “Bogotá Humana” y es la división que por años ha estado muy marcada entre los que él llama “ricos y pobres” y que en sus discursos re afirma, contradictorio es esto, en un hombre que lucha por el pueblo. No sería, me pregunto yo, más coherente que se parara en su emblemático balcón a hablar sobre sus logros y lo que ha logrado en su administración, que a decir verdad en lo social no ha sido poco, sino más bien poco visibilizado, en vez de caer en el mismo juego de otros políticos de este país de echar puyas y culpas a los demás?
Tal vez este es un recurso del mandatario para desviar las faltas latentes en su administración que son notables, desafortunadamente para él, más que sus aciertos, pero el hecho de querer defender su administración no justifica la división y porque no decirlo, el odio que imparte en sus seguidores cuando habla de los “pobres “ y “ricos”, diciendo que son los pobres los que le recogen la basura a los oligarcas del norte, le informo señor alcalde que todos los bogotanos ricos, pobre y clase media hacemos basura, le creería si me dice que las personas de más bajos recursos tiene más clara la idea de reciclaje, podría ser cierto.
Pero el hecho de convocar a miles de personas para rajar como se dice popularmente, de los “ricos” del país, dice mucho del alcalde de Bogotá, genial seria que convocara a todos los bogotanos a defender su administración sin importar su estrato social, o será que los votos de los “ricos” del norte no contaron para ponerlo como alcalde de la ciudad o los voticos que necesita para reafirmarse como alcalde de la capital únicamente los necesita de los “pobres” de la ciudad, le cuento honorable mandatario que en el sur no hay sólo “pobres” y en el “norte” no hay sólo ricos.
Sería mucho mejor si entre su plan de mejorar y de “humanizar” la ciudad, le exigiera a los “ricos” menos rosca en sus contratos y más posibilidades de que personas estrato 1 y 2 tengan posibilidades de empleo, algo así como una ley en la que mínimo por empresa hayan 2 o 3 personas estrato uno y/o dos, lo mismo que generar educación no únicamente para la primera infancia, sino también para los adolescentes, usted desde su administración, debería proponer que todas las universidades de “ricos” es decir privadas, por facultad, den un determinado número de becas a personas estrato uno y/o dos en conjunto con el gobierno y convertirlo en una ley ,que asegure la educación profesional de los que menos acceso tienen a estas universidades.
Pero que ganas le van a quedar a estos jóvenes de estudiar en universidades privadas, cuando Petro se ha encargado de generar grandes diferencias, es más humano considero generar las ganas de posgrados en los jóvenes, no creo que una persona estrato uno, no sueñe con viajar, tener una buena casa, un carro y hacer postgrados, eso debería fomentarse a través del estudio, esa es la salida, los ricos no son ricos por cuestión de fe, lo son porque sus antepasados o ellos mismos han empezado de cero para llegar a millones, claro está que no todos han sido correctos para lograr lo que tiene, pero esos jóvenes de escasos recursos podrían ser el gran potencial de futuros genios y empresarios de este país, pero desafortunadamente ellos son el principal instrumento de los políticos para poder llegar a ser “ricos”, los “ricos” que tanto critican.
Me pregunto si los hijos de los secretarios de la administración Petro, estudiarán en colegios o universidades públicas, es más el acérrimo periodista que defiende su mandato de la “Bogotá Humana” no tiene a sus hijos en colegios públicos, en vez de ratificar una” televisión más humana” llevando a niños de colegios público a conocer Canal Capital, lleva a los niños del liceo francés, colegio en el que estudian sus hijos, la política de este país sigue y seguirá siendo ojala no por tanto tiempo, el circo en donde los animales sigue siendo el pueblo, los payasos los políticos y los dueños del circo los extranjeros.