El Bajo Cauca Antioqueño, Aquiles y la tortuga

El Bajo Cauca Antioqueño, Aquiles y la tortuga

La paradoja propuesta por Zenón refleja a la perfección lo que ocurre en esta zona del país, que durante años ha sufrido el abandono estatal y la violencia

Por: Carmelo Antonio Rodríguez Payares
enero 22, 2019
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El Bajo Cauca Antioqueño, Aquiles y la tortuga
Foto: Radiomacondo

La paradoja propuesta por el filósofo griego Zenón de Elea en el siglo V antes de Cristo, en la que se explica el motivo por el cual Aquiles, el valeroso guerrero griego, nunca vencerá en una carrera a una tortuga si le da ventaja, podría servirnos de modelo para tratar de entender por qué a veces las decisiones que toma el llamado alto gobierno para enfrentar a la delincuencia en todos sus matices no van de la mano con las realidades de los territorios.

Pues bien, la mencionada paradoja consiste en una imaginaria carrera en donde uno de los contrincantes es el más hábil de los guerreros aqueos y vencedor de mil batallas. Era un superhombre casi invencible y apodado “el de los pies ligeros”. El otro contrincante, la tortuga, es un ser por todos conocidos de proverbial lentitud y bien tardía en reflejos. Dado que Aquiles es mucho más rápido que la tortuga decide darle una ventaja y…el resto es mejor que la repasemos para bien de la memoria.

Lo anterior se debe a la decisión que tomaron las autoridades nacionales, con el apoyo de las regionales, en el sentido de poner en marcha la llamada Operación Aquiles para hacerle frente a una serie de barbaridades cometidas por los que hoy llaman los actores del conflicto en el Bajo Cauca antioqueño, que allí se clasifican en los elenos, los del clan del Golfo y los Caparrapos. La violencia ha escalado al punto de que se acaba de presentar un nuevo desplazamiento de más de 50 familias de una vereda del municipio de Tarazá, cuando apenas comenzaron a hacer presencia las tropas de la VII División del Ejército al mando del general Juan Carlos Ramírez Trujillo, mientras que el también general Edgar Alberto Rodríguez Sánchez, comanda la Fuerza de Tarea Conjunta Aquiles, cuyo objetivo es poner en marcha un Plan de Seguridad que permita controlar los homicidios, las extorsiones, y las actividades ilegales de estos grupos, según se dijo en su momento.

Para ejecutar el plan, el ministro de Defensa, Guillermo Botero Nieto, informó que en el 2018 fueron erradicadas 10.424 hectáreas de cultivos ilícitos y que en operaciones en contra la extracción ilícita de minerales en esa zona del país se han desarrollado 115 operativos. Además, que hay 798 minas intervenidas, 79 capturados, 37 máquinas destruidas, 78 retroexcavadoras, 64 dragas y 286 motores de motobombas incautadas.

En todo caso, el funcionario dijo a los medios que para lograr el éxito se necesita una legislación más dura, razón por la cual el 16 de marzo próximo esa certera presentará un proyecto de ley sobre minería ilegal, mientras que por el otro lado el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, anunció una integración entre las organizaciones civiles y militares para resolver los problemas de la región, de la que espera que en los próximos días se tengan avances importantes por ser la región de Colombia que más alto aumento de homicidios ha tenido en los últimos tiempos.

Fue muy enfático el ministro Botero Nieto al declarar que hay habrá operativos especiales de búsqueda del Negro Cristian, quien presuntamente habría decapitado a una persona en el municipio de El Bagre, personaje que se ha identificado como Claudio Alonso Maturana Hurtado, quien es hoy uno de los más buscados en el Bajo Cauca antioqueño, según las palabras del alto funcionario quien sostuvo que esta persona es uno de los jefes del Clan del Golfo encargado del manejo de las finanzas de esa organización, al tiempo que recordó la recompensa de hasta $280 millones de pesos por quienes den información que conduzca a la captura de Ricardo Abel Ayala, alias Cabuyo, exintegrante del Frente 36 de las Farc y señalado de rebelión, homicidio agravado, concierto para delinquir agravado y financiamiento. Cifras oficiales indican que el año pasado fueron asesinadas en el Bajo Cauca un total de 389 personas, de las cuales 160 fueron en Caucasia, 113 en Tarazá, 56 en Cáceres y 38 en El Bagre, como los más representativos.

A lo anterior hay que sumarle la grave crisis institucional que se vive en las siguientes cabeceras:

- El Bagre, con el alcalde titular Ángel Mesa Castro, quien tiene la casa por cárcel en virtud a una investigación que adelanta la Fiscalía General de la Nación por los presuntos delitos de interés indebido en la celebración de contratos, prevaricato por acción, falsedad en documento público y celebración de contratos sin el cumplimiento de los requisitos.

- En Cáceres, el mandatario se encuentra tras las rejas luego de ser acusado de concierto para delinquir.

- En Nechí, la cosa no puede ser peor, por cuanto el electo Miguel Enrique Franco Menco, quien fue capturado por presuntos casos de corrupción y luego dejado en libertad debido a que no existían pruebas suficientes, dijo cuando fue devuelto a su despacho que la situación actual del municipio es de preocupación por la falta de informes de gestión de algunos secretarios de despacho, específicamente del Secretario de Hacienda, quien fue renuente a la devolución de la chequera municipal, mientras quien lo reemplazó, Esvén Cortés Tejada, hizo una administración que ha sido objeto de serias críticas.

Tal vez quien mejor ha recogido las preocupaciones de esa y de las comunidades asoladas por la criminalidad en todo el país ha sido el Defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret Mosquera, quien anunció que en los próximos días estará en Caucasia en compañía de la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez Castañeda y las autoridades de Policía, del Ejército y la Fiscalía, a mirar con la Ciprat, que es la Comisión Intersectorial para la Respuesta a las Alertas Tempranas, todo lo que tiene que ver con Tarazá, Caucasia y El Bagre, todos ellos pertenecientes a la zona del bajo Cauca antioqueño.

Quizá suene como a llover sobre mojado, pero mucho se hubiera ahorrado en sangre, sudor y lágrimas un Estado que nunca ha hecho una presencia activa en una región como la nuestra, a donde solo llega cuando ya las cosas han tocado fondo, como dicen ellos, mientras nosotros, quienes hemos nacido y crecido en estas riberas, lo que decimos fue que llegamos al plan.

La esperanza siempre será lo último que se pierda mientras estemos vivos.

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