En medio de las noticias que nos abruman a diario, gracias a la velocidad por la que navegan en ese mar de confusión y de caos en las que suelen convertirse las llamadas redes sociales, muchas veces pasamos por alto aquellas que ameritan nuestra atención, tanto por el hecho mismo, como por los protagonistas que en este participan. Esa velocidad nos ha impedido −como bien lo escribió en su momento el maestro Juan José Hoyos− ver lo que pasa a nuestro alrededor y tampoco permite comprender el sentido de lo que hacemos.
Quizá ese fenómeno, que se ha hecho rutinario con el paso de los días, opacó un hecho que en otras circunstancias hubiera merecido un mejor trato noticioso, ahora que El Bagre vuelve a ocupar las primeras páginas de los periódicos y los horarios matinales de las cadenas radiales, como consecuencia de unos hechos condenables desde todo punto de vista, por la carga de barbaridad y de cobardía con los que fueron realizados.
Hablo de la condecoración “Concejales por la Vida”, conferida por la gobernación de Antioquia en virtud a la Ordenanza No. 39 del 14 de diciembre del 2018, y entregada por el titular de ese despacho, Aníbal Gaviria Correa, a 121 concejales de igual número de municipios del departamento, entre ellos el vocero de esa corporación en El Bagre, el liberal Johe Alexi Borjas Miranda.
Aparte de la presencia del mandatario de los antioqueños, que ese día asistió con la puntualidad de un inglés, ahora que se puso de moda este país, también acompañó la ceremonia el secretario Regional y Sectorial de Seguridad Humana, que así se llama su cargo, Luis Fernando Suárez Vélez y el gerente para los Municipios, Juan Manuel Giraldo Herrera.
Con este homenaje el gobernador Gaviria Correa valoró el esfuerzo que hacen los más de 1.420 concejales antioqueños, que a pesar de no contar con los mínimos apoyos institucionales y menos con los recursos económicos que demanda una responsabilidad como esa, siempre permanecen al lado de sus comunidades porque al fin y al cabo son el eslabón de esa cadena que tiene el ciudadano de a pie, ya sea en las cabeceras o en la más apartada de las veredas, para recoger y transmitir las necesidades por las que pasan sus poblaciones.
El hijo de Estela y Ramón, ambos educadores y muy cercanos a Puerto López y Puerto Claver, llegó a esta ceremonia en representación de sus restantes 12 colegas bagreños, quienes fueron los que, a través de una votación interna, decidieron que por sus actuaciones y ejecutorias en ese cuerpo edilicio, era merecedor de ser el Concejal del Año y, en consecuencia, dar cuenta de las afugias y necesidades que padecen sus paisanos en un momento en que no dan tregua los hechos de orden público y los golpes que le propina la naturaleza a esta cabecera municipal con sus ríos Tigüí y Nechí, que de ser unos vecinos pacíficos, se han convertido en una verdadera calamidad como resultado del maltrato recibido por parte nuestra en los últimos 50 años de minería, deforestación y toda suerte de tropelías de las que somos capaces de cometer los seres humanos.
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A punto de cumplir sus 40 años, este dirigente nacido en la sala de partos del hospital Nuestra Señora del Carmen el viernes 17 de diciembre de 1982, sabe que su municipio atraviesa por una situación como pocas y por ello le insiste a las autoridades del orden regional y nacional, para que fijen sus ojos en esa cabecera y que no sea la violencia el vehículo más utilizado por los gobiernos en procura de preservar la vida y de impulsar los proyectos de desarrollo que por años han sido puestos en modo de espera.
“Nosotros los concejales somos algo así como la primera línea de un equipo de personas con una vocación de servicio, que recogemos los sentimientos y las expectativas de los ciudadanos para luego convertirlas en Acuerdos que le den herramientas jurídicas a los alcaldes y las hagan realidad, pero hasta ahí llegan nuestras actuaciones”, dijo al término de la ceremonia Borjas Miranda quien remató que dentro de nuestro ordenamiento es el ejecutivo –leáse el Alcalde– quien debe materializar y poner andar esos proyectos.
Antes de saltar a la arena política, Johe Alexi estuvo una temporada en los terrenos de la educación, quizá por lo que heredó de sus padres en este campo y de ello da cuenta su paso por instituciones veredales y urbanas; pero también ha prestado sus servicios en administraciones municipales gracias a su formación como profesional en Salud Ocupacional que adelantó en la Universidad del Tolima.
Los 3.509 votos que alcanzó en las elecciones que dieron como alcalde a Faber Enrique Trespalacio, le permitieron, gracias al Estatuto de la Oposición, acceder a una curul en el Concejo local y desde allí ha continuado su tarea de la mano de la estrategia “El Concejal en tu Barrio”, para estar al tanto de las necesidades, razón por la cual no descarta presentar su nombre en el próximo proceso electoral del 2023, ya que cuenta con el respaldo y el aval del Partido Liberal; es decir del diputado Juan Carlos Palacio Fernández, del representante a la Cámara Julián Peinado Ramírez y del senador Jhon Jairo Roldán Avendaño.
Sabe que no será una tarea fácil y menos ahora cuando la municipalidad vuelve a ser el blanco de los violentos, pero agrega que no será inferior al compromiso que tiene con sus hijos Andrés Felipe, Juan Pablo y Ariadne, quienes merecen vivir en otras condiciones mejores que las nuestras y por eso uno de sus sueños es el de construir ese gran malecón que desde los predios de la Alcaldía Municipal, en el sector de Bijao, se concecte con el barrio San José a la salida hacia El Real. Y son los sueños los que nos hacen vivir, dijo alguien que compartió la ceremonia que se llevó a cabo en el auditorio del IDEA en Medellín.