La Fiscalia, creada por la Constitución de 1991, siempre ha contado del apoyo de los Estados Unidos, tanto en el diseño y construcción del bunker como en intercambio de información y pruebas y elementos de seguridad para el trabajo operativo, sobretodo en lo referente a la persecución del narcotráfico. Entre las donaciones que recibió muy recién comenzando fu un avión Beechcraft entregado por el gobierno de Bill Clinton, cuando el Fiscal era Gusavo De Greiff, al final del gobierno de Cesar Gaviria en 1994
El avión operó sin novedad diez años, hasta que el 3 de junio del 2014, mientras despegaba de una pista en Bahia Solano, Chocó, el avión se estrelló contra las copas de unos frondosos árboles en la selva del Pacífico. En el avión viajaban tres personas, dos expertos de la policía nacional y un técnico de la Fiscalía. Ninguno resultó herido pero el susto fue grande.
En ese momento el entonces Fiscal Eduardo Montealegre, en el gobierno de Juan Manuel Santos, se dio a la tarea de conseguir una nueva aeronave para reemplaza al Super King. La nave elegida fue un Bombardier Leatjet-60 Modelo 2007 que tuvo un costo de USD 13 millones y que, desde el momento de su compra, en marzo del 2015, ha estado rodeada de polémicas.
El entonces congresista del Centro Democrático Everth Bustamante cuestionó la compra ya que las especificaciones de la aeronave sólo le permitían aterrizar en nueve pistas de un país que tiene 1.100 municipios. Su uso era perfecto para volar a destinos internacionales.
Montenegro le sacó mucho jugo al avión y lo utilizó permanentemente sus desplazamientos dentro y fuera del pais, que no fueron pocos.
En efecto el Fiscal Nestor Humberto Martínez, quien reemplazó a Montealegre, lo usó para viajes internacionales estrictamente diplomáticos, avanzadas a Washington que nunca se salieron de su agenda de trabajo. Martínez retiró del cargo en el 15 de mayo del 2019 y fue encargado por el fiscal delegado ante la Corte Suprema de justicia Fabio Espitia, quien había sido llevado Martínez al cargo.
Espitia estuvo solo 6 meses en el cargo y será recordado no exactamente por actuaciones judiciales sino por un desafortunado episodio precisamente con el avión Leatjet-60.
Pocas semanas antes de entregar el cargo a Francisco Barbosa, en febrero del 2020, Espitia viajó junto a su novia Claudia Jimena Mota en el avión de la Fiscalía al parque natural de Chiribiquete. Voló de Bogotá hasta Villavicencio y luego a Miraflores, ruta habitual de acceso al parque. El Fiscal solicitó el apoyo de la Fuerza Aerea para poder desplazarse en un helicóptero, como evidentemente sucedió. A pesar de trasladarse en aviones oficiales, claramente se trató de un viaje de placer y descanso como lo hizo saber su novia Claudia Mota, en sus redes sociales.
Para completar el desafortunado episodio, Walfa Téllez, la esposa del fiscal Barbosa es subalterna del Contralor Cordoba: ejerce como vicecontralora de asuntos ambientales y la esposa de Córdoba, Marcela Yepes, es subalterna del Fiscal: secretaria general de la Fiscalía. Una vez regresaron del punete festivo el lunes 29 de junio, después de haber estado hospedados en el Acantilado del mar, el avión regreso a la isla al dia siguiente a traer de devuelta el esquema de seguridad de los funcionarios, según informó el propio Barbosa.
La reacción de desaprobación de la opinión pública frente al viaje del Fiscal a San Andrés puede ser un útil campanazo para la futura utilización de los bienes públicos, como es el Leatjet -60 que tanta fascinación parece producir.