Los primeros sitios de noticias de internet se esbozaron a mediados de los años noventa del siglo pasado. Hasta entonces, al prender la radio el noticiero de la mañana, del mediodía o de la noche daba la versión de lo ocurrido. Lo mismo sucedía en la televisión. Al día siguiente el lector de periódicos leía lo que se consideraba noticia. Mas la cuestión comenzó a variar con la llegada de internet, pues una primicia se puede conocer en cualquier momento del día. Y mucho más, el internet trajo una inmensa transformación en los media. La crisis se hizo presente en la prensa tradicional, tanto en la recopilación, la producción de información, la publicación, la distribución, como en el consumo. Hubo con el internet cambios en los negocios y también la audiencia.
La prensa tradicional, que en buena parte ocultaba la realidad, entró en vicisitudes en un doble aspecto. Primero que todo en la credibilidad y, en segundo lugar, por la particularidad como es la cuestión económica. Internet se extendió por la gratuidad más poco a poco se fue apoderando de las condiciones básicas de los periódicos. Si bien es cierto que cuando se extendieron los periódicos en el siglo XVIII se dejó a un lado la verdad trascendente que manaba de la religión, para encarnar la verdad terrenal, a la larga los periódicos fueron perdiendo la confianza de su interés por lo real ya que la radio y la televisión cayeron en manos de grupos económicos que dan al traste con la independencia y con la credibilidad en la información.
Internet trajo la esperanza de que con la tecnología iba a ser posible la verdad que en otro tiempo estuvo unida con lo trascendente, que luego se afianzó en lo terrenal, pero que ha terminado en que no se busca la verdad, sino que lo importante es el atrincheramiento en lo emocional. Mucho más, vale considerar si el interés es informar o lo que importa es la publicidad. Además, valdría considerar como es el lector de internet al constatar cómo es que se lee. Así. se abre un artículo, se inicia la lectura que salta a un dato, a una aclaración, a una fotografía, de tal modo que, no se termina de leer lo inicial. El lector es “saltamontes”, pues hace click aquí y click allá sin que exista la unidad en la lectura.
Ahora bien, con internet ha cambiado la idea del tiempo pues mientras que antes se dependía de los horarios de la radio, prensa o televisión, con internet la información o desinformación fluye al instante. Hasta hace un tiempo era poco lo que se sabía del mundo hoy se tiene todo tipo de información, desinformación o tergiversación. Mucho más con los celulares se consigue la noticia al instante, sin el colador de la censura y sin que exista la consideración de qué es significativo publicar.