Desde el Ministerio de Educación Nacional (MEN) se viene diseñando un documento borrador de resolución con el ánimo de “mojar la calidad” de los futuros docentes. Reiterando la antidemocracia de Santos, dicho documento viola de manera directa la autonomía universitaria, al establecer características específicas de condiciones de calidad para obtener, renovar o modificar el registro calificado. El solo hecho de condicionar el registro calificado, significa poner a los programas de licenciatura en cinta y a caminar por la raya que desea el gobierno orientado hacia las imposiciones de organismos multilaterales como el Banco Mundial y La OCDE. Además, también se vulnera la autonomía, cuando para la autoevaluación se exige el cumplimiento de diversos indicadores de desempeño así como los resultados en las pruebas Saber, herramientas todas utilizadas con el fin de darle una orientación a la educación hacia un modelo de país extractivito, atrasado científica y tecnológicamente y con una economía reprimarizada.
Por otra parte, uno de los argumentos más fuertes de la ministra Parody establece que los futuros docentes deben “aprender haciendo”, materializado en el incrementando de hasta mínimo 50 créditos para la práctica educativa, iniciada en tercer o cuarto semestre. Esto quiere decir que los estudiantes, sin comprender la responsabilidad a la que se enfrentan y sin el conocimiento disciplinar requerido, serán los encargados de orientar las clases a los estudiantes de la básica y media. Otorgarle 50 créditos a la práctica educativa, sumados a los 24 créditos en promedio que se deben ver del nivel B1 en inglés para las licenciaturas en general (las licenciaturas en lenguas deben acreditar nivel C1), y los créditos que se tendrían que ver entre las materias de fundamentos y las competencias, lo que llega a sumar algo más de 110 créditos, significa una reducción exagerada del componente disciplinar, un claro atentado contra la calidad de la educación, ya que los futuros maestros no van a los colegios enseñar pedagogía, sino historia, geografía, lenguaje, música, arte, química, física o matemáticas. Es el viejo debate entre el contenido y la forma en donde el aspecto principal de la relación para la calidad de la educación debe ser el primero, el conocimiento sobre el método.
La planta docente que formará a los futuros maestros deberá tener un porcentaje importante con estudios posgraduales y el 30 % deberá contar con experiencias en educación preescolar, básica o media y con manejo de segunda lengua. ¿Qué sucederá, entonces, con aquellos maestros que a la fecha no cuentan con dichas características? ¿Serán despojados de sus puestos de trabajo o el Estado proporcionará los recursos necesarios para cumplir con los requisitos?
En cuanto a los medios educativos y la infraestructura física, la resolución exige contar con bibliografía nacional e internacional, acceso adecuado a las TIC, aulas, bibliotecas, auditorios, laboratorios y espacios para el aprendizaje, la enseñanza y el bienestar universitario. De igual forma, los programas a distancia deben demostrar que cuentan con iguales características para el desarrollo normal del mismo. Y por otra parte, en el artículo 16 “Recursos Financieros Suficientes”, se debe presentar información que permita verificar la viabilidad financiera para la oferta y desarrollo del programa y un estudio de factibilidad económica. Esto se traduce en la capacidad de gestionar recursos propios que garanticen la sostenibilidad de los programas y aquel que no sea financieramente sostenible con los tres pesos que envía el gobierno, está en serios peligros de no aprobar las evaluaciones para el registro calificado, y se abre la puerta ya sea para la eliminación de los programas, incremento de los costos de las matrículas o para entregarle el sector a los privados. El Consejo Académico de la Universidad de Caldas en comunicado N° 8 de 2015 expresa que “Algunas medidas propuestas en la resolución modifican aspectos muy concretos de la vida académica institucional, desconocen la autonomía universitaria y hacen exigencias de inversiones a las instituciones sin clarificar la responsabilidad que en su financiamiento tendrá el Gobierno Nacional”.
La financiación no es el único factor para tener una educación de alta calidad, para dicho fin se deben sumar otras variables de vital importancia, pero hay que decir que una educación desfinanciada jamás logrará tener una calidad de primer nivel. La adecuada financiación no es una condición suficiente pero si es una condición necesaria para lograr la excelencia académica. Se hace necesario la organización y movilización de toda la comunidad educativa, desde la universidad hasta el colegio, con el fin de hacerle frente al ataque de Santos y Parody a las licenciaturas y promover un debate lo suficientemente amplio, participativo y democrático en busca de dignificar de la profesión docente y la calidad de la educación. ¡No a la resolución de las licenciaturas!
Coletilla: para el 2016 el programa “Ser Pilo Paga” ofrecerá mil becas-créditos demás dirigidas a programas de licenciatura y cabe resaltar la coincidencia que universidades como la de Los Andes, que nunca habían ofertado programas de este tipo, ahora lo harán. Esta es una universidad que ya cumple requisitos como el nivel B1 de inglés y que muy posiblemente terminará por concentrar la mayoría de esas becas-créditos. Otra forma de privatizar la educación.